Tras meses de polémicas, discusiones, debates y consultas, los test de antígenos llegan a las oficinas de farmacia de la Comunidad de Madrid. Lo hace en un momento crítico; cuando la incidencia por la COVID-19 no deja de crecer en la región y, por tanto, cuando el diagnóstico es clave para tratar de doblegar a una tercera ola que parece imparable. Las farmacias de la región llevan meses trabajando y preparándose para poder ofrecer estas pruebas diagnósticas asegurando la seguridad en todo el proceso.

“Se trata de una buena noticia para todos los madrileños porque, a partir de ahora, van a disponer de más puntos de diagnóstico y, sobre todo, de profesionales sanitarios preparados y cercanos que les van a ofrecer la máxima seguridad y garantía sanitaria”, asegura el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Luis González, convencido de la gran aportación que estos profesionales realizarán para controlar el virus.

¿Servirá la estrategia de test de antígenos en Madrid de ejemplo para que las boticas españolas alcancen el papel asistencial que les corresponde?

Y es que, desde que el virus comenzó a golpear con fuerza al sistema sanitario español hace casi un año, los profesionales farmacéuticos no han hecho otra cosa que tratar de sumar esfuerzos y colaborar para hacer frente a la mayor crisis sanitaria de los últimos tiempos. Y este nuevo paso no hace más que demostrar esa raza sanitaria que distingue a estos profesionales. La gran pregunta es: ¿servirá esta estrategia como ejemplo para que las boticas dispongan del papel asistencial que les corresponde? La respuesta debería ser afirmativa, pero tendrán que ser los dirigentes autonómicos los que decidan si se pueden permitir no aprovechar una red que supera los 22.000 establecimientos sanitarios y que, además, llegan de forma equitativa a todos los rincones del país.

Con todo, lo cierto es que se puede decir que la farmacia ha sido el gran descubrimiento de esta pandemia. Su capacidad de colaboración, entrega y de innovación para asegurar que los pacientes tienen la atención que necesitan en un momento tan delicado como el actuar es algo que debe hacer reflexionar. 2021 puede (y debe) ser el año de la farmacia asistencial, como pilar fundamental de un sistema sanitario universal que de acceso a los pacientes a la mejor asistencia, aún en situaciones tan complicadas como la que por desgracia estamos atravesando. Es el tiempo de la farmacia.


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