La colaboración público-privada como motor de la sanidad en los premios BIC

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Hace 18 años nació una fórmula para reconocer a los mejores hospitales y centros sanitarios de las comunidades autónomas en areas relevantes de la sanidad: los premios Best-in-Class (BIC). Durante lo más duro de la pandemia, en abril y mayo de 2020, hablamos con muchos de los hospitales de referencia en las distintas CC.AA. A estos hospitales se les preguntó sobre la suspensión de los premios durante ese año 2020. La respuesta fue unánime: participar en los premios BIC en 2020 era un motivo de alegría en un contexto de máxima presión. Nos trasladaron de los distintos hospitales que era más necesario que nunca convocar los premios BIC.

Momentos difíciles en 2020

Las compañías líderes en las distintas areas terapéuticas, o que apoyan distintos premios asistenciales, se posicionaron en la misma línea. Era tiempo de reconocer a los centros hospitalarios. Los premios BIC eran un motivo de celebración y un breve respiro para los equipos que estaban afrontando la 1ª ola de la pandemia de SARS-CoV-2 durante el primer semestre de 2020.

Y asi fue como realizamos en diciembre de 2020 una ceremonia virtual en un plató de televisión conectando con los hospitales, consejerías y compañías. Las grabaciones de los equipos, muchos a las puertas de los hospitales o en las amplias salas de entrada fueron la prueba gráfica de la alegría de celebrar un reconocimiento.

Premiar en tiempos difíciles fue tanto un reto como una indescriptible satisfacción. La entrega en 2020 fue seguida en directo por más de 2.000 profesionales del sector sanitario.

“La colaboracion entre empresas y la sanidad pública ha tenido muchas historias de éxito recientemente, y la pandemia ha puesto en valor la necesidad de construir y reconstruir nuevos puentes y nuevas fórmulas

Un sector volcado

La colaboracion entre empresas y la sanidad pública ha tenido muchas historias de éxito recientemente. La pandemia ha puesto en valor la necesidad de construir y reconstruir nuevos puentes y nuevas fórmulas. Las vacunas y los medicamentos han sido proporcionados por las compañías, que son socios fiables y seguros.

La cadena de suministro se ha preservado hacia los hospitales y farmacias, no sin grandes esfuerzos y desvelos.

Las compañías farmacéuticas, los hospitales y centros sanitarios, y las consejerías de sanidad han podido identificar y profundizar en sus relaciones, en sus objetivos comunes. Los equipos más dinámicos de estas entidades, junto a los propios centros sanitarios, establecen y refuerzan las vías de colaboración.

Los Premios BIC contaron un año más con el apoyo de representantes de las CC.AA. como Madrid, Galicia, País Vasco, Extremadura, Aragón, Cataluña, Cantabria y Baleares, y con representación de las comisiones de sanidad del Congreso y Senado.

Así, se han visto impulsados numerosos proyectos que van desde la investigación a la gestión, incluyendo la formación, la humanización, la asistencia, la calidad y muchas areas más. Cualquier actividad, susceptible de mejorar y reforzar el sistema sanitario, es objeto potencial de colaboración entre las CC.AA. y las compañías.

La apuesta por los mejores

En todo este resurgir de la colaboración juegan un papel determinante las sociedades científicas y los grupos de investigación.

Los profesionales y especialistas aprovechan la oportunidad de liderar la investigación clínica en Europa que ofrecen las compañías innovadoras en sus planes de I+D internacionales. Porque España posee esa doble vertiente de excelencia y capacidad tanto en la asistencia sanitaria como en la investigación clinica.

“Este liderazgo es fruto de la apuesta por la investigación en España de las compañias, y de los equipos de investigadores y clínicos que nos sitúana la cabeza de Europa”

Este liderazgo es fruto de la apuesta por España de las compañias, y de los equipos de investigadores y clínicos que nos sitúan a la cabeza de Europa. Por eso, los premios Best-In-Class (BIC) identifican a la mayor parte de estos equipos y promueven las mejores prácticas asistenciales y de investigación.

Sin el apoyo permanente de las compañías sería imposible que la formación médica, la asistencia a Congresos o la investigación clínica pudiera desarrollarse en España. La transparencia de estas colaboraciones es un objetivo común de estas colaboraciones y la visibilidad y difusión contribuye en gran medida a hacerlo posible.

Un capital crucial de los premios BIC es que cuenta con la participación de los mejores hospitales y servicios, por un lado, y de las compañías más comprometidas con la calidad en la atencion al paciente, por otro.