España puede presumir de tener un modelo de medicina preventiva y salud pública ejemplar. Durante años, y reforzado con cada Gobierno, la comunicación y la confianza en las campañas vacunales han tejido una sólida credibilidad entre sanitarios y entre la población en relación a la inmunización.
No pocas veces, y también en los últimos años, la Dirección General de Salud Pública del ministerio de sanidad, junto a las CC.AA., han trabajado para que la confianza en las vacunas sea una fortaleza de nuestra sociedad.
Mientras Francia afronta con preocupación la escasa vacunación de sus sanitarios, en España superamos el 90% de sanitarios vacunados.
Los movimientos antivacunas han logrado crecer en otros países bajo un formato nuevo: las dudas de las vacunas de COVID-19. El escepticismo sobre el origen de la pandemia anida en un mar de confusión que se utiliza incluso por los negacionistas de la pandemia.
“Esta misma corriente negacionista “parcial”, aún siendo consciente de la COVID-19, renuncia al uso de las vacunas porque no les inspira seguridad su rápido desarrollo”
Tenemos casi la certeza de que el origen del SARS-CoV-2 y su pandemia es un “escape” de un laboratorio de Wuhan que manipulaba el anterior SARS-CoV. Este posible origen del coronavirus no oficial alimenta la duda de las vacunas contra la COVID-19. Esta misma corriente negacionista “parcial”, aún siendo consciente de la COVID-19, renuncia al uso de las vacunas porque no les inspira seguridad su rápido desarrollo.
Sólo en Francia, una conocida página de facebook que justifica la no vacunación contra la COVID-19, cuenta con más de 4 millones de “me gusta”.
“Ningún movimiento anti vacunas puede crecer en un entorno que promueve el diálogo y la confianza“
En España el ministerio de sanidad y la DG de Salud Pública han hecho los deberes. El ministerio de sanidad se ha reunido con asociaciones de pacientes y les han trasladado la información sobre las vacunas de COVID-19 de primera mano. Ninguna asociación ni movimiento anti vacunas puede crecer en un entorno que promueve el diálogo y la confianza.
Si España está a la cabeza de la vacunación es porque la sociedad confía en las vacunas. Los sanitarios en España se han puesto a la cabeza de la vacunación en el mundo, donde algunos países afrontan con preocupación las insuficientes coberturas de sus médicos y de la población.
Estados Unidos trata de estimular, con todo tipo de regalos, la vacunación en cualquier edad y de cualquier ciudadano de a pie.
Rusia es el ejemplo de lo que no hay que hacer. Su falsa sensación de seguridad al comienzo de la pandemia, ahora le lleva a acumular 460.000 muertes en exceso. Sin embargo sólo reconocen 85.000 fallecidos por COVID-19. El uso geopolítico de su vacuna “Sputnik 5” ha minado la confianza de los rusos. Tan sólo se ha vacunado un 20% de la población y afrontan la ola pandémica más dura en estos días con más de 600 muertos diarios. Hasta dos tercios de la población rusa no tiene intención de vacunarse.
“La ministra de Sanidad, Carolina Darias, podrá anunciar en breve que España se va a situar a la cabeza de los países de Occidente en porcentajes de vacunación de COVID-19″
España, y el ministerio de sanidad, puede apuntarse un éxito internacional sin precedentes en esta pandemia: haber trasladado confianza en la vacunación y avanzar con paso firme.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, podrá anunciar en breve que España se va a situar a la cabeza de los países de Occidente en porcentajes de vacunación de COVID-19.
Todo esto viene por el extraordinario trabajo de base de la Medicina de Prevención de nuestro Sistema Sanitario público, y la amplia comunicación que el ministerio ha trasladado a Comunidades Autónomas, y organizaciones de pacientes.
No podemos evitar que la variante delta incremente su transmisión entre los no vacunados y en una parte de los vacunados. Pero el impacto sanitario, a medio plazo, podrá atenuarse con la población vacunada en un alto porcentaje. Y ahí veremos que la cultura de la vacunación saludable es una fortaleza de nuestra sociedad.