Isabel Tovar, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Murcia

A veces, quien tienes más cerca es el que antes y mejor te puede ayudar. Ese es el objetivo último de la campaña ‘Escalera de favores’ que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Murcia, a través de la Concejalía de Derechos Sociales y Familia.

La iniciativa pretende «tejer» redes en las que farmacias, vecinos y comercios ayuden a las personas más vulnerables en estos tiempos de pandemia.

El Ayuntamiento de Murcia ha contemplado con claridad el papel que desarrollan las farmacias como vertebradoras sociales. En cada calle, barrio, pedanía…hay una cruz que no se apaga. Una cruz que identifica un centro sanitario pero que, en nuestro caso, en el de las farmacias, también te conduce  a un centro social.

Nadie sabe si saldremos mejores o peores de esta crisis, pero sí sabemos es que tenemos que salir todos juntos. Y  ahí la farmacia ha jugado y juega un papel esencial.

“Escalera de favores” es perfectamente enmarcable en la estrategia de responsabilidad social corporativa que la red de farmacias de nuestra región tiene como uno de sus grandes objetivos desde el año 2017. Se trata de potenciar la parte social de la farmacia, siempre unida a su capital sanitario. Nuestro Colegio fue pionero en demostrar el compromiso social de las farmacias. En constatar que la sanidad más cercana es la más comprometida. Esa red de 569 establecimientos sanitarios cumple con una gran parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones unidas y por tanto, con lo que se ha venido denominando “Agenda 2030”.

Los protagonistas de esta campaña son los vecinos y vecinas de Murcia, las personas vulnerables que no puedan salir de casa o aquellas que se encuentren en cuarentena.

A través de la iniciativa, se  da voz  en las farmacias a los  que necesitan alzarla,  fomentado el apoyo vecinal e incluso ejerciendo el propio  farmacéutico de voluntario. Llevamos los medicamentos a domicilio, usando los protocolos sanitarios precisos, pero también el corazón. Las farmacias son espacios  esenciales para tejer vínculos emocionales entre vecinos.

Igualmente estamos muy pendientes de nuestros mayores y cuando detectamos que han dejado de acudir durante un tiempo considerable a la farmacia para adquirir los medicamentos, ponemos en marcha una serie de recomendaciones que atraviesan desde avisar a los vecinos hasta contactar con la guardia civil, en los casos que consideramos más complejos.

En la farmacia dispensamos medicamentos, certeza y ciencia pero también esperanza, desde la vocación y la entrega. No es nuevo que la farmacia  sea peldaño esencial de una escalera de favores, siempre lo hemos sido y lo seremos.