Quizás ha llegado el momento de estudiar la nueva realidad que requiere hacer compatible la sostenibilidad y el reconocimiento de la innovación. La idea no es nueva, pero el pago por resultados sigue estando vinculado a los envases o a las dosis de los tratamientos administrados.
Una de las ideas planteadas en la mesa con expertos y expertas del sector biofarmacéutico del X Foro de la Fundación ECO es que es preciso que el valor del medicamento se una a sus resultados. Al fin y al cabo, lo que se busca con la innovación es una eficacia y seguridad mejor que otras opciones en las poblaciones seleccionadas.
Porque la realidad es que es preciso que las aprobaciones de nuevos medicamentos e indicaciones tengan su evaluación en cada país en relación a su precio y reembolso, y que se haga de la forma más objetiva y ágil posible.
El precio “adecuado”
Esta dificultad de establecer un precio “adecuado” ha llevado a algunos países a adaptar sus procesos de evaluación de precio y reembolso. El objetivo es evitar el retraso en las aprobaciones de medicamentos innovadores y fijar un precio justificado.
En el caso de Francia, por ejemplo, el precio se proporciona más rápido y está condicionado a los resultados futuros. De esta forma, dicho precio puede ajustarse tras un año de evidencia (con herramientas de Real Word Evidence) en la vida real.
Ese ajuste satisface a pagadores y compañías que saben que es preciso conseguir un precio favorable para ambas partes que, tras un año, no sea cuestionado por la eficacia real mostrada.
Investigación del cáncer en España
En el último año se han aprobado 350 ensayos clínicos (EC) en España, muy por encima de la media en la Unión Europea. Pero el tiempo en el que un medicamento es aprobado para su reembolso con cargo a fondos públicos es de 423 días, muy por debajo de la media europea. En Francia el tiempo medio de reembolso de un nuevo medicamento es de 257 días, y se reduce a la mitad en Alemania, con 120 días.
El Dr. Jesús García-Foncillas, oncólogo e investigador, eleva la queja en la moderación de la mesa de expertos y expertas del sector, y hace mención a que “somos ciudadanos europeos de segunda”. Porque la investigación y la innovación no mejoran la vida de las personas hasta que es accesible.
“España investiga bien en cáncer y cumple con sus plazos… tenemos el liderazgo en Europa en el número de EC por 100.000 habitantes“
Acelerar la investigación
Acortar los tiempos en la investigación y desarrollo es un objetivo en los planes de las compañías. Quizás por eso, y porque España investiga bien en cáncer y cumple con sus plazos, tenemos el liderazgo en Europa en el número de EC por 100.000 habitantes.
España proporciona investigación puntera de los nuevos medicamentos que luego entran en un proceso burocrático necesario que produce demoras en nuestro país. Y son los propios clínicos los que se quejan de no contar con los medicamentos innovadores en tiempo, en ocasiones después de haber comprobado sus beneficios en los EC.
Innovación y sostenibilidad
Es preciso reducir los costes de la investigación, y la digitalización está contribuyendo a ese objetivo. Si conseguimos, por otro lado, acelerar los tiempos, también se lograrán ahorros. Las fórmulas de gestión que incluyan el diálogo temprano con las administraciones reguladores en el país permiten un mejor seguimiento de ciertas innovaciones.
“Eso implicaría reforzar las plantillas del ministerio e invertir en más personal cualificado y en el uso de tecnologías que faciliten la RWE”
De esta forma, con diálogo y trasparencia, se pueden identificar los factores de incertidumbre que pueden preocupar a la administración sanitaria, cuando eso es posible.
La fórmula que permitiría las decisiones de precio y reembolso podrían tener que ver con los precios dinámicos, según los expertos, en función de los resultados observados. Eso implicaría reforzar las plantillas del ministerio e invertir en más personal cualificado y en el uso de tecnologías que faciliten la RWE. Es preciso invertir en el proceso de fijación de precio y reembolso en España.
Porque los recursos humanos son limitados, y el primer paradigma que hay que cambiar es que se necesitan más recursos para que los procesos se agilicen también en la administración sanitaria.
