Los cambios con los que llega este Gobierno de coalición afectarán a todos los sectores, y sobre todo al sector sanitario y farmacéutico.
| 2020-01-17T12:03:00+01:00 h |

Motor industrial, clave en la generación de empleo de calidad, eje del crecimiento económico, pilar del estado del bienestar, comprometido con el progreso sostenible, ejemplo en el impulso del talento femenino, generador de conocimiento e impulsor del sistema de ciencia y tecnología… Hay muchas formas posibles de referirse a los agentes que trabajan en la cadena sanitaria y farmacéutica. Todas las aquí mencionadas son algunas de ellas, y dan fe de la transversalidad de este sector… Seguramente no son todas, y las que son ahora seguramente tampoco lo serán mañana, porque no hay mundo más cambiante que el sanitario. Y este sector también sabe adaptarse. Lo ha demostrado siempre y ahora debe demostrarlo de nuevo.

Los cambios con los que llega este Gobierno afectarán a todos los sectores, y sobre todo a éste. En efecto, ahora tocará escuchar a muchas más voces, que deben demostrar que, en efecto, hablan una sola voz: están Salvador Illa, Pedro Duque y Reyes Maroto, pero también Pablo Iglesias, responsable de las políticas de dependencia y de coordinar la Agenda 2030; Alberto Garzón en Consumo; Teresa Ribera en Transición Ecológica; Irene Montero en Igualdad y María Jesús Montero, que ya tiene el camino despejado para liderar la reforma del modelo de financiación.

Será un reto, desde luego, pero también una absoluta oportunidad si, como reitera este gobierno, las políticas están de verdad presididas por el diálogo y la búsqueda de consensos. Antes de criticar o prejuzgar, es justo dar a este nuevo gabinete los 100 de gracia que merece cualquier nuevo decisor que llega a su cargo. Sí que puede decirse, en cambio, que quien hoy asegura que la salida de Consumo o de Dependencia deja al Ministerio de Sanidad vacío de contenido no entiende de Sanidad, ni entiende al sector sanitario y farmacéutico.

El alarmismo debe dar paso a la racionalidad y la calma de la que presume un Ejecutivo que dice que quiere actuar sin dilación, pero sin parar de escuchar. Estupendo, pues. Es lo que el sector farmacéutico quiere desde hace mucho tiempo. Acomódense, ministros y ministras, y pongan a disposición del consenso sus cinco sentidos. Porque hay mucho de lo que hablar.

Quien hoy asegura que el Ministerio de Sanidad está vacío de contenido no entiende de Sanidad, ni al sector