La vacunación es la mejor forma de prevención contra las enfermedades infecciosas. Es una frase que se ha repetido hasta la saciedad, pero es fundamental tenerla siempre presente. Y es que una vacuna eficaz puede salvar vidas. Durante el encuentro ‘Adult vaccination: the critical benefits of prevention’, Mark Doherty, Global Medical Affairs en el área de Vacunas de GSK, recordaba que “las enfermedades transmisibles son una de las principales causas de mortalidad”. Algo que ha quedado totalmente patente tras la devastación que ha dejado a su paso la pandemia de COVID-19.
Se debe hacer especial hincapié en los más vulnerables, como es el caso de los mayores, pues “según avanza la edad, los sistemas inmunes son más débiles”, apuntaba Doherty. Así, este grupo etario corre un riesgo mayor de que enfermedades como la gripe o la COVID-19 puedan derivar en complicaciones graves. Pero tampoco no podemos olvidarnos de los más pequeños, porque la vacunación es siempre un beneficio, no importa la edad.
Se debe hacer especial hincapié en la vacunación de los mayores, en los que el sistema inmune está cada vez más debilitado, pero sin olvidarnos de los más pequeños
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, se han observado unas coberturas vacunales frente a la COVID-19 en los niños de entre 5 y 12 años que apenas superan el 30 por ciento. Entre los motivos que pueden explicar estas tasas tan bajas, está el alto número de contagios que se han producido en los últimos meses y que ha obligado a demorar la vacunación. Además, ahora que la COVID-19 parece ir remitiendo, la sociedad está bajando la guardia. Es un error, pues como apunta Ángel Hernández Merino, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), en una entrevista con EG, no podemos olvidar que el futuro puede llegar una cepa totalmente impredecible que haga saltar las alarmas.
A pesar de ello, debemos felicitarnos, ya que en España contamos con una gran cultura de vacunación. Eso sí, como retos pendientes, aumentar la colaboración para acelerar la investigación e incrementar los recursos para conseguir esas vacunas que van a mejorar -y salvar- nuestras vidas.
