No es un secreto para nadie que la velocidad a la que llega la innovación terapéutica a España está muy lejos de ser la deseada. Informativamente, como voz del sector, el torrente de reivindicaciones de los diferentes actores que lo conforman sigue sucediéndose en las páginas de este medio, que no es ajeno a una situación que no contenta a nadie. Una semana más, la situación se repite; no por ello el problema es menos acuciante, pues la reiteración no hace sino cronificar una queja que, de facto, supone dilatar en el tiempo el aterrizaje de nuevas opciones que dan esperanza a los pacientes.

Precisamente su desazón protagonizaba una de las mesas de la reunión ‘CANCER NOW: Con los pacientes. Retos y prioridades en el abordaje del cáncer en España’. Luis Miguel de la Fuente, presidente de Europa Colon, recordaba los plazos máximos estipulados por las directivas europeas; un lamento compartido por Enric Barba, Patient Advocacy de Melanoma España, que insistió en las inequidades en la disponibilidad de medicamentos entre países del continente, instando al Ministerio de Sanidad y otras autoridades competentes “a aumentar el presupuesto o encontrar otras fórmulas para reducir esta brecha”.

Además, esta semana las páginas de El Global recogen una entrevista en exclusiva con el CEO de Bayer, Bernardo Kanahuati, en la que se tocan varios ‘palos’ relacionados con el acceso a la innovación. En concreto, Kanahuati insiste en que no existe ninguna razón para que un paciente español tenga que esperar hasta tres años para acceder a estas innovaciones y que “debemos aspirar” a que los pacientes españoles tengan los mismos tiempos de acceso que un alemán y un francés.

Pacientes, industria y literatura experta aúnan sus visiones para reclamar nuevos encajes para los fármacos disruptivos

Alineada con esta voces, que piden aprender para conseguir equilibrar cifras con países del entorno europeo, se sitúa una revisión de los programas ‘early access’ de los territorios germano y galo, junto a los de Italia y Reino Unido. Como concluye el trabajo elaborado por Omakase consulting, su desarrollo conlleva un “relevante” impacto en medicamentos huérfanos y oncológicos, que pueden no seguir esquemas de desarrollo clásicos. Apunta, España: mayor rapidez en la disponibilidad, así como en la recolección de datos durante la evaluación regulatoria y el desarrollo clínico, se postulan como sus grandes beneficios.