El Proyecto de Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid avanza a buen ritmo. Después de ir superando todos los trámites con éxito, se espera que la futura norma sea aprobada el próximo 15 de diciembre en el pleno de la Asamblea madrileña.

A pesar de haber sido uno de las normas con más enmiendas y alegaciones presentadas, parece que marcha bien y con el consenso de la mayoría de los grupos parlamentarios de la región. Y es que, a pesar de haber mostrado ciertas diferencias, no han marcado ninguna ‘línea roja’. Así lo puso de manifiesto Elena Mantilla, directora general de Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria, en declaraciones a EG: “Aunque los grupos parlamentarios opinen cosas diferentes, se ha visto que no hay grandes críticas a este proyecto de ley ni líneas rojas por parte de ninguno de los grupos políticos; hay más cosas que nos unen de las que nos separan”, afirmó. Su departamento, junto con el grupo popular, ha trabajado por satisfacer a todas las partes, incorporando enmiendas de PSOE, Vox y Más Madrid.

Por supuesto, los partidos de la oposición no están del todo conformes. Y eso que se han incorporado al texto más del 20 por ciento de las enmiendas presentadas por el grupo socialista y otras tantas de Más Madrid.

Lo que necesitamos en estos momentos es un consenso político, una farmacia unidad y una ley que dé respuesta a las necesidades y demandas de estos profesionales sanitarios

Uno de los puntos más polémicos y que más quebraderos de cabeza ha dado, es la regulación de la Atención Farmacéutica Domiciliaria (AFD). Y es que el portavoz de sanidad de Más Madrid, Javier Padilla, señaló que “sin una delimitación del ámbito territorial de actuación, se abre la puerta al temido delivery”. Algo que ha desmentido Mantilla asegurando que el texto está “bien atado” porque “el acto de dispensación no se desliga en ningún momento del acto profesional”.

Aún así, la Asamblea ha sido testigo del espíritu colaborativo de todos los grupos, que, tal y como reconoció el PP, han trabajado y se han esforzado por mejorar este texto. Porque lo que está claro es que en estos momentos se necesita un consenso político, una farmacia unida y una Ley que dé respuesta a las necesidades y demandas de estos profesionales sanitarios. Y en ello ya está Madrid.


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