Es tiempo de re-digitalizar la farmacia y el Consejo General está dispuesto y decidido a ayudar a todos los profesionales en este ambicioso objetivo. Y es que, no se puede hablar de digitalizar el SNS (uno de los principales objetivos de Sanidad a día de hoy) sin contar con los profesionales más cercanos al paciente, los farmacéuticos. Por ello, el CGCOF acaba de presentar una hoja de ruta que incluye 28 proyectos con los que situar a la Farmacia a la vanguardia sanitaria. “Emprendemos la transformación de la farmacia a través de la digitalización”, aseguró el presidente del Consejo General, Jesús Aguilar, durante la presentación de esta agenda digital.

De los 28 proyectos recogidos en esta agenda digital, la mitad de ellos ya están operativos o en proceso de desarrollo. Entre ellos, importantes iniciativas como la receta electrónica privada —y la e-receta veterinaria—, el Centro de Información de Suministro de Medicamentos (en el que registra datos más de 9.000 farmacias), Farmahelp (para la búsqueda de medicamentos en falta entre boticas), etc. Otros son próximas herramientas a desarrollar, como puede ser uno de los proyectos ‘estrella’ de esta agenda digital: la creación de una plataforma digital para el historial farmacoterapéutico del paciente y otra para la atención farmacéutica domiciliaria. Retos ambiciosos, pero igualmente necesarios que no persiguen otro objetivo que el de facilitar una mejor asistencia sanitaria a los pacientes de la mano de las más de 22.000 farmacias que hay en España a día de hoy.

La creación de una plataforma digital para el historial del paciente y otra para la atención domiciliaria son algunas de las ambiciosas medidas que incluye este ambicioso proyecto

Otro de los proyectos digitales sobre la mesa del CGCOF es la dotación de más funcionalidades al sistema de receta electrónica pública, que permita un mayor rol del farmacéutico y facilite la comunicación con el facultativo. La e-receta es un mecanismo con un gran potencial que no debe quedarse estancado en la única función de facilitar la dispensación y prescripción de medicamentos. Se trata de una herramienta que puede favorecer una mayor comunicación entre facultativo, profesional farmacéutico y pacientes, que ayude a mejorar aspectos tan importantes como puede ser la adherencia a los tratamientos o a un mejor manejo de las patologías. En definitiva, se trata de aprovechar todo el potencial del farmacéutico y de las nuevas tecnologías. No podemos permitirnos no hacerlo.


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