La humanidad asiste estos días a una situación inexplicable, intolerable, etc. en pleno siglo XXI: la invasión de un país a un territorio aledaño y el inicio de una guerra de consecuencias impredecibles. Aunque muchas de ellas ya se saben de antemano —empezando por las muertes— y van aparejadas a todo conflicto bélico: crisis humanitarias, sanitarias, etc.

No es este un medio que tenga que adentrarse en análisis geopolíticos. Pero sí podemos y queremos resaltar otra consecuencia que está deparando la guerra en Ucrania: el enésimo movimiento solidario de la farmacia española. Siempre que hay una crisis humanitaria —o catástrofes naturales— el sector farmacéutico español responde; nunca falla.

El sector farmacéutico español, y sus ONGs, han reaccionado de manera inmediata a la guerra en Ucrania y a las necesidades de su población

En España existen hasta media docena de ONGs farmacéuticas. Siempre lo decimos: ojalá nunca hubieran tenido que crearse, pero es un orgullo que sean tantas y con un historial de actuaciones tan prolífico. Todas ellas —en las que colaboran a su vez el resto de agentes del sector: farmacias, colegios, distribuidoras y compañías— ya han puesto en marcha actuaciones en Ucrania, de forma directa o a través de entidades colaboradoras.

Paralelamente a la labor de estas ONG’s, las propias entidades sectoriales han sumado sus propias acciones: campañas de recaudación de fondos, declaraciones institucionales o proporcionando información a los ciudadanos sobre cómo llevar a cabo donaciones efectivas de medicamentos. Y es que tan importante como ser solidario es hacerlo de forma eficaz.

No queríamos tampoco olvidarnos de sus compañeros internacionales. Por ejemplo, de los farmacéuticos polacos, quienes estos días aceptan como válidas todas las recetas y pautas de medicación que presente la población ucraniana desplazada.

Hemos querido dejar para lo último nuestro reconocimiento y apoyo a los farmacéuticos ucranianos —y a toda la población—. En España existe el lema que dice que “la cruz verde de la farmacia nunca se apaga”… Tampoco lo hacen estos días las cruces de las farmacias ucranianas.