El futuro éxito de un proyecto, una idea, o de un reto, no solo radica en cómo se lleve a cabo. Tan importante o más es cómo se gesta y, en el caso de que sea colectivo, de que todas las partes afectadas lo hagan suyo y se impliquen de pleno en su buen devenir. Una implicación que es difícil de conseguir si no está asegurada desde el ‘minuto uno’. Podrá (deberá) haber coordinadores, responsables… Pero del primero al último deberán sentirse importantes. “Es de 1º de liderazgo”, que se diría.

Por ello, tan importante como las fases 1, 2, 3 o cuantas tenga un proyecto, es la ‘fase 0’. Es decir, cuando se pone ‘negro sobre blanco’ lo que se quiere desarrollar. Esa es la fase en la que se encuentra la nueva Estrategia Farmacéutica de la UE aprobada por la Comisión Europea. Una ‘hoja de ruta’ que, como objetivo general tiene garantizar que los pacientes tengan acceso a medicamentos innovadores y asequibles y promover la capacidad innovadora y la sostenibilidad de la industria farmacéutica en la Unión Europea, sin olvidarse de otros frentes como la lucha contra los desabastecimientos, la resistencia a antibióticos o la implicación del sector farmacéutico con el medio ambiente y frente al cambio climático.

Aunque siempre haya (necesarios) matices, los agentes involucrados en los retos que persigue la CE en materia farmacéutica han valorado de forma positiva la hoja de ruta establecida

Se trata de un proyecto que arranca bien. Una vez se aprobó el documento de partida, se sucedieron las valoraciones positivas desde los agentes implicados. Hay matices —siempre es óptimo que los haya— pero estados, industria, distribución, farmacéuticos, etc., se reconocen en esta Estrategia. Aspecto clave para mantener a todas las partes ‘activas’ en su posterior desarrollo.

Una de las lecciones aprendidas de la pandemia es la importancia de la colaboración. Así, por ejemplo, respecto a la industria se incluyen las propuestas de comenzar un diálogo estructurado con todos los agentes implicados en el desarrollo de productos farmacéuticos y autoridades sanitarias para fortalecer la cadena de suministro en Europa.

Por parte de la profesión farmacéutica, las agrupaciones continentales del ámbito de la farmacia comunitaria (PGEU) y de hospital (AEHP) han valorado satisfactoriamente el contenido de esta hoja de ruta y han mostrado su plena disposición a ser partícipes de llevarla a buen término.

Se dice que “lo que bien empieza, bien acaba”. De momento, se confirma el buen arranque de esta Estrategia.


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