La incertidumbre generada por las medidas propuestas por la AIReF ha llegado a Europa. Que la patronal europea de la industria innovadora publique en este momento un informe en el que se alerta del riesgo que las subastas de un único proveedor puede generar en el tejido innovador biológico europeo no hace más que demostrar el nivel de inestabilidad que presenta el sector. Así lo dijo hace unos días el propio presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, durante la Asamblea General de la patronal. Incertidumbre , dijo, por las consecuencias de la posible implantación de las medidas propuestas por el organismo fiscal.
También citó a la inestabilidad, promovida por los cambios políticos, procesos electorales y la existencia de un Gobierno en funciones que no hace más que descolocar a un sector que, más que nunca, necesita encontrar marcos estables, no sólo para su crecimiento, sino para conseguir que España siga siendo referente, por ejemplo, en el terreno investigador. Conseguir que las multinacionales apuesten por España para realizar sus investigaciones, con las repercusiones económicas que eso implica, no es fácil; menos aún cuando el viento sopla en contra, como parece ser el caso.
De momento, desde el Ministerio de Sanidad (en funciones) aseguran que se está evaluando todas las medidas propuestas y consideran demasiado precipitado poder adelantar si llevarán a cabo todas o algunas de las recomendaciones realizadas por un organismo que, por cierto, trabaja ya en el esperado análisis del gasto hospitalario. Porque, si el primer informe destinado al gasto farmacéutico en oficina de farmacia ha conseguido revolucionar al sector, este segundo apartado podría suponer todo un huracán para unas compañías que ya avisan de las consecuencias para el conjunto de la sociedad puede traer el tomar todo como un gasto, y no como una inversión.
La inestabilidad política y la incertidumbre ante los posibles cambios normativos alertan al sector
