Los otros virus y bacterias, que sí tienen vacunas, y matan a muchas personas cada día

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La gripe común causa miles de hospitalizaciones cada año en España

Mientras se investigan vacunas y antivirales contra el coronavirus, el pánico global se extiende ante una posible pandemia cuya morbimortalidad es relativamente baja

La gripe común matará a miles de personas

La gripe común matará a más de 6.000 personas en España este año, pero se infectarán millones de personas en España. Como afirmaba Pilar Aparicio, DG de salud Pública del Ministerio de Sanidad, hay 500.000 casos de gripe leve como la que afecta al turista alemán contagiado por coronavirus. The Lancet afirmaba que las muertes por gripe común están infravaloradas. Porque las complicaciones de la gripe son las que matan a la población más frágil: personas mayores y enfermos crónicos.

Los expertos destacan que las formas graves de la gripe común afectan a los mayores de 64 años. Dos tercios de las hospitalizaciones son de este grupo de edad. Además, un 80 por ciento de los ingresados tenía algún factor de riesgo. La neumonía bacteriana, que sobreinfecta hasta el 85 por ciento de los enfermos, cuenta con una vacuna para el neumococo, su principal agente etiológico. Y así hasta una larga lista de virus y bacterias que causan infecciones prevenibles.

Existen vacunas eficaces que previenen no sólo de la gripe común, sino de otras bacterias y virus que cada día afectan a personas con enfermedades de base.

Las formas graves de gripe común afectarán a miles de personas, y a muchas menos les afectará el coronavirus

Con más muertes y sin pánico

Desde hace años se sabe que la gripe es la causa de un incremento de la mortalidad en invierno. Pero el pánico no se desata y nos henos acostumbrado a convivir con la muerte de personas con enfermedades de base que sufren la gripe como una infección grave.

No hay pánico con la gripe común que afecta a pacientes ingresados. Pero además de la gripe común, hay otras infecciones. Cardiópatas, diabéticos, trasplantados, hemofílicos o personas con cáncer, entre otras, tienen vacunas para prevenir distintas infecciones que no son gripe común. Mientras que el pánico por el coronavirus se extiende, muertes silenciosas y prevenibles ocurren cada día. Se trata de personas que sí están en riesgo de contraer distintas infecciones, y su riesgo de contraer el coronavirus (covid19) es muy baja.

Cobertura baja en gripe estacional

Que más de la mitad de los ingresados el año pasado no estuvieran vacunados muestra la realidad: falta conciencia con la vacunación de la gripe común, que sí tiene una vacuna. Tardaremos más de un año en obtener una vacuna para el coronavirus, si se obtiene finalmente por primera vez.

Murieron en España el 20% de las personas que ingresaron en los hospitales con una gripe común. Las CC.AA. hacen un esfuerzo grande cada año por proteger a la población, pero no se alcanzan el 75% de la tasa de vacunación recomendada por la OMS. En España nos situamos alrededor del 55% de cobertura vacunal frente a la gripe común en la población de riesgo.

Personas que contraerán infecciones inmunoprevenibles desconocen que existen protocolos para su vacunación

Otras vacunas, para otros virus y bacterias

Sin embargo hay más vacunas y más enfermos que deberían vacunarse de virus y bacterias para los que existen vacunas eficaces. Se trata de recomendaciones de expertos y de autoridades sanitarias para infecciones inmunoprevenibles.

De nuevo, nos encontramos con el mismo problema: ni los especialistas ni los pacientes saben que podrían evitarse infecciones de bacterias y virus con una simple vacunación.

Los preventivistas alertan

Recientemente, un grupo de médicos preventivistas de distintos hospitales y representantes de sociedades científicas han llamado la atención sobre vacunas que sí existen y pueden prevenir infecciones.

Se da la circunstancia de que algunos enfermos ingresados en hospitales deberían recibir distintas vacunas protocolizadas y consensuadas por las CC.AA. en un esfuerzo que ha realizado el ministerio de Sanidad. Dichas recomendaciones elaboradas en 2018 no consiguen alcanzar al paciente por falta de concienciación y de un mecanismo eficaz para vacunar, en la mayoría de los casos.