España y Europa ante la regulación farmacéutica: cruce de caminos en la presidencia española de julio

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La estrategia farmacéutica europea entra en dique seco. Lo hace tras varios retrasos que se suman, desde el segundo trimestre del año pasado, al 30 de marzo de este año y, de nuevo, con una dudosa posibilidad de avanzar tras un acuerdo (poco probable según piensan algunos eurodiputados) el próximo 26 de abril.

Esta estrategia debe definir el fortalecimiento del desarrollo de nuevos fármacos innovadores. Rubén Moreno, senador y miembro de la comisión mixta del Parlamento para la presidencia española de la UE, aclara que es preciso que la regulación europea aprobada cumpla su objetivo. Y es que el objetivo es impulsar la investigación y fortalecer el desarrollo y acceso de nuevos medicamentos en el seno de la UE.

En ausencia de la estrategia farmacéutica europea, y con la presidencia de España (última completa antes de las elecciones europeas del 26 de mayo, presumiblemente) lo que haga España en materia farmacéutica tendrá especial repercusion en Europa. Y lo será porque en el contexto general se encuentra el acceso a la innovación como una de las cuestiones que la UE quiere abordar de manera general.

Las prioridades del semestre

El pasado 13 de abril íbamos a tener la oportunidad de conocer las prioridades de la presidencia española a cargo del consejero coordinador de la Representación Permanente (Reper), Enrique Terol. Tras preguntar desde EG al Grupo Popular Europeo, convocante del encuentro, afirman que problemas de agenda le han impedido acudir a la invitación del Europarlamento.

Lo único que sabemos de las prioridades en materia de salud de la presidencia española del próximo julio son declaraciones breves de intenciones por parte de la ex ministra de sanidad, Carolina Darias.

Desde el Europarlamento comparten algunos eurodiutados que el Gobierno de España trasladará sus prioridades de la presidencia el 15 de junio. Un tiempo justo para poder trabajar con algo de antelación. Esperemos que desde la Reper española puedan ser más concretos y aclarar las prioridades cuanto antes.

Exclusividad en el punto de mira

El borrador de la estrategia farmacéurica europeo, por su parte, pretende reducir de 10 años de exclusividad a 8 años, y ofrecer un año más en el caso de innovación de necesidades médicas no cubiertas. Además, en el caso de los nuevos antibióticos desarrollados se ofrecería un bono canjeable de un año de extensión de bonificación de propiedad intelectual.

Según han indicado fuentes de la patronal europea Efpia, el recorte de la exclusividad desincentiva y pone en peligro las inversiones y el desarrollo del sector farmacéutico en el seno de la UE frente a Estados Unidos, Canadá o Asia.

Europarlamento

Desde el Europarlamento, eurodiputados de los tres principales grupos parlamentarios en España  (PSOE, PP y Vox) coinciden con que el acceso a la innovación debe ser acometido por la UE de una manera global. Un encuentro promovido por Fundación ECO y auspiciado por el Grupo Popular Europeo con Dolors Montserrat al frente, contó con la participación de Nicolas González (Socialistas) y Margarita de la Pisa (Conservadores). El presidente de la recién creada subcomisión de salud pública, el eurodiputado Bartosz Arlukowicz, destacó que las acciones a tomar deben ser comunes a los Estados para afrontar un problema global, como es el cáncer.

La nueva subcomisión de sanidad del Europarlamento se separa de la llamada ENVI que incluía medioambiente, seguridad alimentaria y la salud pública. Esto demuestra que la salud es un interés más común que particular en el seno de la UE y que no debe estar todo condicionado a respetar la subsidiariedad. Aunque el interés común siempre ha sido así, ha debido llegar una pandemia para darnos cuenta que nada afronta mejor un problema de salud que todos los Estados juntos. Y es que muchos problemas de salud son comunes a todos los europeos.

Por su lado, el enfoque “una salud” (One Health) de la UE ya se deja ver no sólo en la lucha contra la pandemia de COVID19 o el reto de las resistencias bacterianas. El interés por revitalizar y apoyar el ecosistema de investigación y presencia industrial de las compañías farmacéuticas es otro reto, que ahora se encuentra en “parada momentánea”.

Impulso de la innovación

Pero debe haber consistencia entre los objetivos perseguidos por la UE y las estrategias planteadas. ¿Facilita que Europa mejore su competitividad e inversiones en investigación si se resta tiempo de exclusividad de las compañáis en sus medicamentos innovadores? Una pregunta retórica, sin duda, pero cuya solución está en manos de 705  eurodiputados de 27 países de la UE y en los miembros de la Comisión Europea.

La contribución a la prosperidad de las compañías innovadoras también permite el desarrollo económico, científico e industrial de los países que la estimulan, perspectiva que debe llevarnos a concebir como inversión el presupuesto destinado a la innovación. El ministro de sanidad José Manuel Miñones ha declarado que los medicamentos son una inversión, y es evidente que lo hace pensando en el beneficio clinico y su valor.