Opinión

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Santiago de Quiroga Editor de EG | viernes, 18 de enero de 2019 h |

La receta para liderar la medicina genómica: profesionales, planificación y dinero.

Haciendo las cosas correctas ahora, en diez años España puede tener un liderazgo mundial en medicina genómica. Nuevamente la ONT nos da la satisfacción de recordarnos que con excelentes profesionales, una planificación excelente y con recursos económicos el liderazgo en transplantes se repite cada año. Para eso, hubo una decisión política común de todos los Gobiernos, un empeño común. Eso es lo que ahora necesita la medicina genómica en España para ser una realidad hoy y de futuro. El Senado y su Comisión de Sanidad llevan una legislatura ejerciendo un liderazgo en temas sanitarios clave. Quizás por ello, como recordó el vicepresidente del Senado la semana pasada, se le otorgó el Premio Fundamed a la Figura Pública Sanitaria en 2018. La iniciativa del senador Martínez Olmos, apoyada por su homólogo Alarcó y por la presidenta de la Comisión, MariCarmen Aragón, ha contado con la unanimidad de todos sus miembros. Tres aspectos son clave para alcanzar el liderazgo, según las conclusiones de la Ponencia de Genómica, que puede cambiar la vida de muchos españoles: 1. Incorporar la medicina genómica a la Cartera de Servicios. Un reto que el Ministerio acomete con paso firme, de la mano de la DG, Patricia Lacruz. Importante métodos diagnósticos como los biomarcadores. 2. Escoger los centros de referencia acreditados en secuenciación y medicina genómica, aprovechando las estructuras ya creadas. Trabajar en los estándares de Calidad es una ruta ya iniciada de manera intensa por los hematógos de la SEHH y los oncólogos de la Fundación ECO. 3. La sostenibilidad es un objetivo prioritario. Preocupa a los senadores los precios altos, y es necesario que haya transparencia. También se propone que especialistas médicos y pacientes participen en grupos de trabajo y se incorporen al debate de precio y valor. La DG de Cartera Básica trabaja en este campo complejo y ha dado muestras de su intención integradora, asegurando así un objetivo común de sostenibilidad y compromiso con las cuentas públicas. No lo olvidemos: la sostenibilidad de la sanidad nos afecta a todos. El trabajo de un año en la Comisión alcanzó un consenso en poco más de una hora. Ahora, el pleno lo votará en febrero.