España celebra el día mundial del ensayo clínico

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El 20 de mayo es el día mundial de los ensayos clínicos. Han pasado 276 años, quién lo diría, desde que el primer ensayo considerado de la era moderna se llevara a cabo. Un médico escocés, James Lind,  probó en 1747 distintos tratamientos para el escorbuto, descubriendo el efecto beneficioso de las naranjas y limones en uno de los dos brazos de 6 marineros cada uno. En honor a este primer ensayo, el 20 de mayo se celebra un día para recordar que la investigación clínica no sólo aporta ciencia y calidad en la asistencia, sino progreso, esperanza y progreso.

Innovación y esperanza

Los ensayos clínicos permiten establecer las diferencias entre las alternativas del ensayo, según su diseño. Es, en primer lugar, un acto de generosidad por parte del paciente, sin olvidar que su situación de vulnerabilidad le hace favorable a la esperanza de recibir un tratamiento mejor para su enfermedad. Pero en un ensayo clínico no siempre recibes la nueva opción terapéutica, y no puede ser considerado una alternativa para acceder a la innovación, no para toda la población, al menos.

España se sitúa como un referente en el desarrollo de ensayos clínicos, algunos en fases más tempranas que aportan más calidad científica, más complejidad y un reto mayor por ser la investigación temprana la que incluye los primeros pacientes.

Beneficios de la investigación

Lideramos Europa porque contamos con grupos de investigación que trabajan en red, porque hay calidad científica en muchas especialidades, las compañías innovadoras cuentan con España y porque tenemos una medicina que destaca en el mundo.

“si aceptamos los múltiples beneficios de la investigación, no deberíamos sino estimularla aún más, para obtener sus beneficios en mayor medida”

La pregunta es si debemos pararnos aquí o debemos profundizar. Somos el país del mundo que lidera los trasplantes de órganos. ¿Nos deberíamos haber quedado sólo como líderes de Europa? La pregunta tiene la respuesta implícita, ya que si aceptamos los múltiples beneficios de la investigación, no deberíamos sino estimularla aún más, para obtener sus beneficios en mayor medida.

Existe un “círculo virtuoso” que genera la investigación, y esto es posible por el compromiso de las administraciones sanitarias (CC.AA., ministerio y la Aemps), los clínicos e investigadores, los pacientes y las compañías innovadoras, éstas últimas que promueven el 86% de los ensayos clínicos realizados en España.

Investigación competitiva

El año que el Instituto de Salud Carlos III ha superado los 600 millones de euros en investigación pública es otro año con una investigación promovida por las compañías innovadoras que incluye en estos momentos a 170.000 pacientes. El director del ISCIII, Cristóbal Belda, lo define así: “la apuesta por la investigación científica es una herramienta clave para el progreso de personas y colectivos en el marco de la protección de la salud a través de la ciencia”.

“una investigación competitiva debe permitir que cualquier grupo de investigación opte a los fondos públicos, y que no sean exclusivos de los grupos de investigación públicos”

Por eso, una investigación competitiva debe permitir que cualquier grupo de investigación opte a los fondos públicos, y que no sean exclusivos de los grupos de investigación públicos. Al fin y al cabo, la investigación desarrollada en los hospitales públicos puede ser de grupos cooperativos de distinta naturaleza.

Retos para el liderazgo

El liderazgo de España en ensayos clínicos puede ir más allá y progresar si hacemos frente a algunos retos inminentes. La adaptación al nuevo reglamento europeo de ensayos clínicos, el impulso de la investigación transfronteriza (ahora escasa), acercar los ensayos clínicos a la casa del paciente o el acceso de los grupos de investigación independiente a los fondos públicos en España.

Sólo la colaboración sin barreras artificiales puede facilitar que la investigación de mayor calidad se desarrolle en nuestro territorio. Los objetivos de investigación más originales, de mayor impacto en la clínica o de mayor relevancia científica deben poder acceder a los fondos de investigación, sin impedimentos previos, y en igualdad de condiciones.

La investigación clínica tiene un apoyo crucial de las compañías innovadoras, pero es preciso que avance también con los fondos públicos, lo que incrementará la capacidad investigadora del país y nos consolidará aún más en el plano internacional.