Es innegable que la investigación ha marcado un nuevo rumbo en el abordaje de las enfermedades oncológicas. Los nuevos tratamientos de inmunoterapia, celulares o, por ejemplo, los biomarcadores, han dibujado un nuevo panorama en la asistencia oncológica.

Una nuevo enfoque ante el que los países deben estar preparados. Porque de nada sirve disponer de terapias dirigidas o biomarcadores específicos si estos no se incorporan a la asistencia sanitaria en los hospitales, o si no se dispone de registros robustos que puedan ayudar a transferencia de datos que apoyen tanto la asistencia como la investigación.

Los avances en la investigación oncológica muestran la necesidad apremiante de preparar los sistemas sanitarios para un abordaje innovador, que priorice el acceso

Precisamente las redes europeas de referencia, los registros de cáncer o mejorar la atención sanitaria transfronteriza son tres grandes ejes por los que apuesta el Comité europeo de Lucha contra el Cáncer (BECA). Y es que, aunque las competencias sanitarias estén en manos de los Estados miembro, disponer de estrategias conjuntas que apuesten por avanzar en una mejor asistencia oncológica será clave a futuro.

Y, como asegura Jean-Yves Blay, director del Centre Léon Bérard (Centro Integral de Cáncer de Lyon), “en 2021 estamos cambiando radicalmente la perspectiva de lo que supone la oncología. Algunos tumores muy específicos van a exigir que aportemos también tratamientos muy específicos. Podemos estar en una nueva era en la que no haya cánceres muy comunes, sino toda una larga lista de cánceres raros”.

Sin embargo, en la actualidad, algunos países de la UE no cuentan con registros o sus registros no están completos, pues tienen datos obsoletos y, en ocasiones, inválidos. Esto desemboca en una pérdida de datos y una reducción de los tratamientos adecuados debido a un diagnóstico tardío. Por ello, se hace apremiante el adoptar políticas que apuesten por incorporar estas innovaciones y hacer que la asistencia oncológica sea accesible y, sobre todo, equitativa para todos los pacientes europeos. Se trata, en definitiva, de apostar por la supervivencia.


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