La Comisión de Sanidad y Consumo del Senado ha aprobado la incorporación de los biomarcadores a la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud. Lo ha hecho gracias a una moción impulsada por el Grupo Parlamentario Popular (GPP) que pretende establecer una cartera de biomarcadores a partir de protocolos elaborados con la participación de las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes, desde una perspectiva multidisciplinar, de manera transparente y colaborativa.
De esta manera, la Cámara Alta da un paso más en una de las principales demandas de las sociedades científicas oncológicas, que no pretende otra cosa que el avanzar en la medicina de precisión y, por tanto, en una atención sanitaria más eficiente y sostenible en cáncer. Y es que la pandemia ha golpeado de forma muy significativa a estas patologías, con grandes retrasos en el diagnóstico que se traducen y traducirán, sin duda, en una mayor mortalidad.
La pandemia de la COVID1-19 ha golpeado fuertemente la asistencia oncológica; apostar por un mayor acceso y equidad en el SNS debe ser una prioridad para las autoridades
Por tanto, avanzar en un Plan de Cáncer con dotación financiera suficiente debe ser uno de los principales objetivos de las administraciones a corto plazo. Desde organizaciones como la Fundación ECO trabajan ya intensamente para avanzar en estas necesidades apremiantes, tanto para los profesionales sanitarios, como para los pacientes y los familiares.
Mejorar el acceso, avanzar en la equidad y hacerlo apostando por un SNS sostenible, debe ser la base de una estrategia oncológica que, aprovechando los fondos europeos, haga de España todo un referente en la asistencia oncológica a nivel internacional. También en términos de investigación. De hecho, España es uno de los países clave en investigación clínica. Nuestro país es todo un referente para las multinacionales, siendo para más de una el segundo país en número de ensayos clínicos realizados.
Es trabajo de todos los agentes, y muy especialmente de las administraciones, aprovechar ese potencial que ofrece España para avanzar en la asistencia oncológica y, por tanto, en mejorar la supervivencia de los pacientes con cáncer.
