SANITARIA

br

Santiago de Quiroga Presidente Editor de EG | viernes, 26 de enero de 2018 h |

La ministra Dolors Montserrat tiene el asunto del nuevo reglamento del Consejo Interterritorial del SNS(CISNS) atascado, pero no por voluntad propia, sino por falta de voluntad general. No olvidemos que se trata de una propuesta generalizada del sector sanitario y de los pacientes: que el CISNS sea más ejecutivo, y menos un lugar de pugnas políticas entre los Gobiernos autonómicos de uno u otro signo. Por lo que parece, la propia revisión del reglamento se está realizando justamente de esta forma: tratando de retener el peso oportuno o la independencia de una CC.AA en cuanto a la obligación de cumplir los acuerdos. No deja de ser algo frustrante para todos. El Gobierno de turno, y la ministra o ministro que corresponda, debe tener una labor de coordinación que puede incluir una dosis de decisión. Eso es bueno para todos. Si la decisión en cuestión no es del agrado de una CC.AA hay que identificar mecanismos razonables de decisión en el seno del CISNS, pero no someter las decisiones sanitarias a la tiranía de un bloqueo minoritario. La necesidad de una sanidad equitativa pasa porla existencia de elementos comunes. Por esta razón, una CC.AA no puede modificar su cartera de servicios sanitaria de manera unilateral. El grado de cortoplacismo en algunas visiones olvida que el poder en política es alternante: algunos pueden echar de menos lo que ahora rechazan. Los partidos no pueden (no deberían) atrincherarse en feudos autonómicos e ignorar las responsabilidades del Gobierno de turno. Y si lo hacen, están siendo irresponsables con la solidaridad y la igualdad de todos.