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Más allá de los Pirineos, existe una Farmacia de ámbito nacional que pelea por mayores competencias en funciones asistenciales, vacunas y prescripción farmacéutica. Las artífices de este nuevo hito en Francia son dos mujeres: la ministra de Sanidad, Agnes Buzyn, y la presidenta de la Orden Nacional de Farmacéuticos (ONF) de Francia, Catherine Wolf-Thal. La primera supo retomar una idea que no era suya y que sufrió un primer revés por la oposición de los médicos galos (como siempre, entre profesionales se pisan la manguera). La ministra gala lo retomó, reflotó la propuesta original del parlamentario y supo ver que, como hace años decidieron en Reino Unido, la farmacia debe tener un papel más activo que alivie la presión asistencial de las urgencias y de las consultas. Para ello, se refuerza a la farmacia con nuevas competencias, incluyendo la prescripción farmacéutica, la sustitución (todo protocolizado para evitar conflictos e informando al médico) o la vacunación de la gripe. La segunda mujer que lo hizo posible es la presidenta de los farmacéuticos franceses. Piensa que debe haber avances reales para los pacientes en su acceso a la asistencia sanitaria. Ella sí cree que la vacunación o la atención farmacéutica son una prioridad. La primera regla para que las cosas sucedan es quererlo, y en España, de momento, no se quiere. Pues tenemos una nueva legislatura por delante y un presupuesto del CGCOF con 10 millones de euros. ¿Nos movemos?
