El socio infiel

El Congreso Europeo de la Distribución Farmacéutica (DF) celebrado en Madrid (GIRP) reunió a empresas que operan en Europa, y que combinan el modelo cooperativo (30 por ciento) con el empresarial (70 por ciento). En España predomina el modelo cooperativo (85 por ciento) con socios que también cuentan con más entidades de DF que proveen a su farmacia. Al final, lo que importa es que al socio se le de beneficios en especie, porque el margen (y el modelo) no da para otros repartos. Bajando a la realidad española, esta semana se ha anunciado el mejor mes en la historia de la economía española en creación de empleo: se han recuperado dos de cada tres empleos perdidos en la crisis. ¿Y qué hay de la Distribución Farmacéutica? Durante la crisis, las empresas de otros ramos produjeron menos, realizaron ajustes de personal, y por eso recuperan esos puestos, u otros distintos, a medida que los ingresos aumentan. La DF en España, siendo una prolongación de la Farmacia, evoluciona con ésta. Tras perder un 25 por ciento de las ventas, sigue “produciendo” los mismos envíos a las farmacias. Los socios exigen más servicios, algunos están siendo atendidos con innovación, y otros perjudican la eficiencia: más servicios de valor añadido, pero también más entregas, y las mismas rutas a lugares donde dejar el medicamento se realiza a pérdidas. Sí, esa es la realidad que mostraron Juan Ignacio Güenechea (Cofares), Antonio Pérez Ostos (Bidafarma), César Martínez (Alliance Healthcare) y Francisco de Asis Echevestre (Unnefar). Los socios de las entidades de DF han obligado a una diversificación de servicios que es positiva, pero supone un lastre cuando algunas demandas producen menos eficiencia. Por esa razón los acuerdos entre grupos permiten economías de alcance. La DF se debe orientar al paciente y debe digitalizarse, pero existe un lastre de rentabilidad con la mitad de los medicamentos que se distribuyen sin beneficios. Hay que poner remedio, porque el modelo no se sustenta. España es el segundo país de la UE en extensión geográfica, mucho más grande que Alemania (le saca 150.000 Km2). Las farmacias españolas y su capilaridad arrastran a la distribución a un recorrido de pérdidas, llevando medicamentos a los confines de nuestra geografía.El modelo solidario está llevando a la DF a un futuro insostenible. QuintilesIMS predice para 2020 que del, aproximadamente, 60 por ciento de medicamentos que se distribuyen ahora a la farmacia por la DF, se pasará al 40 por ciento; el otro 60 por ciento lo dispensarán en los hospitales. La obsesión por bajar precios y ahorrar es la causa de esta tendencia. ¿No estarán subestimando el coste para el paciente de pasar de un modelo cercano, accesible y profesional a otro de saturación y distancia? ¿O es que algún hospital está incrementando la plantilla de farmacéuticos de hospital? No, no lo hacen ni lo harán.

La DF ofrece un servicio de alto valor con bajo margen, y se le está privando de ofrecer un valor para el paciente: que cada hospital tiene en sus inmediaciones entre 150 y 300 farmacias, con personal para atender adecuadamente. Es hora de que el socio sea más fiel a sus distribuidoras: que exiga innovación en servicios, pero intente pensar en que tiene una responsabilidad con toda la DF: rentabilidad.