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A algunos les puede parecer extraño que comience un resumido balance de 2017 mencionando a CiU, pero los viejos del lugar recordarán cómo los apoyos de la extinta formación catalana permitieron, no sólo Gobiernos, sino la construcción de Leyes y Decretos sanitarios muy relevantes. Para el sector farmacéutico, los votos de Cataluña en las Comisiones de Sanidad o en el Congreso siempre aportaban una visión práctica que resolvía problemas concretos. Esos votos y esas aportaciones catalanas siguen estando ahí, ya que los votos no son más que voluntades prestadas, que ahora capitalizará C’s al alzarse como el partido líder en Cataluña. No obstante, eso será cuando materialice los apoyos en unas Elecciones Generales, y siga el crecimiento ascendente que las encuestas les auguran. Sería muy bueno para la Sanidad del conjunto del país que Cataluña volviera a aportar en materia sanitaria. Y sería especialmente bueno para todo el conjunto de la sociedad catalana que el nuevo Gobierno catalán, aún por formar, comience a dedicar tiempo a los asuntos sanitarios. Tenemos un sistema sanitario tan extraordinario que, por ejemplo en Cataluña, funciona con una inercia que permite seguir ofreciendo una atención sanitaria extraordinaria, gratuita y de calidad. Pero la inercia no basta para seguir ofreciendo lo mejor. En 2018 se afrontarán retos que exigen equipos en las administraciones centrados en la Sanidad. Ese podría ser el mejor deseo de muchos para el próximo año.
