DE MADRID

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Santiago de Quiroga Presidente Editor de EG | viernes, 22 de febrero de 2019 h |

Sus señorías necesitan más tiempo para revisar el proyecto de Ley de Farmacia de Madrid. Un año de comités, reuniones, debates, informaciones y acuerdos profesionales en el último momento no han sido suficientes. Eduardo Raboso, portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, da la batalla por perdida. ¿Qué ha salido mal? La enfermería tensó la cuerda, pero el acuerdo alcanzado con el COFM ha sido un ejemplo para los partidos políticos que ha despertado envidias dentro de la profesión. Los profesionales sanitarios, hombres y mujeres de la farmacia y la enfermería, han hecho lo que no han conseguido los partidos en la Asamblea: pensar en el paciente y llegar a un acuerdo. Lo que ha acabado con la Ley no es el intento descarado de ralentizarla de C’s, ni la oposición “porque sí” de los socialistas a cualquier iniciativa de los populares. Con la Ley ha acabado el pensar que farmacia y enfermería son “externos” al proceso de decisión. ¡Claro! Es que los tiempos parlamentarios llevan su enjundia. Y hay profesiones sanitarias y otros parlamentarios que piensan que las Leyes que son buenas para los pacientes, tras un año de revisiones, merecen una oportunidad. La realidad es que ha pesado más el cálculo político, y el medio rural ha sido, una vez más, abandonado a su suerte. La Farmacia deberá esperar a un Gobierno en Madrid que quiera sacar adelante la Ley, cuya sola posibilidad de aprobación tenía muy nerviosos a ciertos segmentos —y personas— del ámbito corporativo farmacéutico. Unidad ante todo.