Hubo un tiempo en que Cataluña era un aliado indispensable para el diseño de políticas sanitarias en España. Sus consejeros y consejeras de salut eran consultados por los ministros y ministras de sanidad de los distintos Gobiernos. Eran tiempos en los que la extinta Convergencia i Unió ejercía un papel moderador y descentralizador, en un eje Madrid (Gobierno central)-Barcelona (CC.AA.) que era asumido por el resto de consejerías de sanidad de otras Comunidades. Se aceptaba un papel preponderante de Cataluña en materia sanitaria, y su influencia constructiva en acuerdos y políticas que afectaban al sector farmacéutico especialmente.
Política sin sanidad
Ahora, Cataluña sigue ejerciendo influencia política facilitando, junto a otros partidos, la formación del Gobierno de la legislatura que acaba. Por eso, algunos diputados de partidos independistas han dado la necesaria estabilidad al Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, la sanidad ha dejado de estar en el centro del discurso político de la Generalitat, especialmente la sanidad en el conjunto del territorio, como ha sido en el pasado. Al Gobierno de la Generalitat ha dejado de importarle participar en aspectos cruciales de la política farmacéutica de Estado, a pesar de la relevancia del sector que sigue teniendo en Cataluña.
“Al Gobierno de la Generalitat ha dejado de importarle participar en aspectos cruciales de la política farmacéutica de Estado, a pesar de la relevancia del sector que sigue teniendo en Cataluña”
Sin hacer juicios de valor sobre el independentismo, y apelando a la libertad de expresión de cualquier idea, por incómoda que pueda parecer a una parte, lo que me llama la atención es la escasa presencia de la Generalitat en los debates sanitarios. Cataluña sigue manteniendo una presencia industrial y empresarial relevante en su territorio, y deberían tener más interés en los debates que impulsan la innovación, la presencia industrial y el papel clave del medicamento como el tercer bien en exportaciones en nuestra balanza comercial, por detrás de automóviles y combustibles.
Otras CC.AA. ocupan el liderazgo
Puesto que el principio de los vasos comunicantes impera en el mundo empresarial, otras CC.AA. dan la bienvenida a la inversión empresarial, la apuesta por la investigación y la presencia industrial. No, Cataluña no ha desarrollado un discurso político de apoyo a la innovación con claridad, cediendo ese papel ahora lejano.
Madrid ha tratado de ofrecer facilidades a compañías que quieran invertir y asentarse en su territorio. Andalucía hace ya años que comenzó a impulsar una mayor presencia industrial del sector en su Comunidad. Distintas fábricas se distribuyen por Aragón, Galicia o País Vasco, por mencionar algunas, que pujan por una presencia industrial cada vez más difícil y en competencia con otros países de la UE u otros continentes.
El Pacto de 2003
No sabemos si la política farmacéutica volverá a estar entre las prioridades de Cataluña y de la Generalitat. En 2003 se firmó un gran pacto por la estabilidad y la sostenibilidad, donde las compañías, el ministerio de sanidad, los profesionales sanitarios y farmacéuticos firmaron su compromiso o Pacto de Estado, junto a otros agentes.
Las fotos de algunas de esas firmas, hace ahora 20 años, muestran el peso político sanitario de la Generalitat a comienzos de los años dos mil. El conseller de salut y seguretat social, Eduard Rius acompaña a la entonces ministra de sanidad Celia Villalobos, en las firmas con la industria farmacéutica (Jesús Acebillo) y con la farmacia (Pedro Capilla), principales firmantes del pacto.
Ahora y tras 20 años, distintas CC.AA. han impulsado una apuesta por la sanidad junto a una política farmacéutica que atrae inversiones en investigación. Los programas y planes de distintas comunidades combinan su liderazgo en materia sanitaria con los ensayos clínicos o la presencia industrial. El papel que Cataluña tuvo en su dia lo han asumido Comunidades como Madrid, Galicia o País Vasco. Otras CC.AA., en la medida de sus posibilidades, también cuentan con una clara prioridad sanitaria, sin duda. Pero sería positivo para todos que Cataluña volviera a ser un referente para un sector que produce riqueza también en su territorio. Un sector que sigue contando con una fuerte presencia industrial en Cataluña, en la que grandes hospitales son una pieza esencial de la investigación clínica en toda España.