La SEFAC (Sociedad Española de Farmacia Comunitaria) presidida por Vicente J. Baixauli continúa abordando los asuntos relevantes para la sociedad. Uno de ellos es el incumplimiento terapéutico. Tiene como consecuencia, según datos del ministerio de sanidad, 18.000 muertes al año en España. Afecta a uno de cada dos pacientes crónicos, y en España casi la mitad de la población tiene una enfermedad crónica.
Por eso resulta esencial impulsar los Sistemas Personalizados de Reacondicionamiento (SPR), analizar su uso y capacitar a la farmacia comunitaria para ofrecer un servicio vital para alcanzar los objetivos terapéuticos y clínicos.
Jornada Nacional de SEFAC
La Jornada Nacional sobre SPD impulsada por SEFAC con el apoyo del COF de Madrid nos recuerda que la farmacia es crucial para combatir un problema que se ceba con las personas mayores. En palabras de Vicente Baixauli se trata de “una oportunidad para el desarrollo profesional”.
Beneficios de los SPD
Los SPD mejoran la calidad de vida de los pacientes crónicos. Además, las dudas sobre si un paciente mayor está tomando de manera correcta la medicación producen también efectos sobre su estado de ánimo y puede producir ansiedad.
Sólo en Madrid, más de 3.100 profesionales (farmacéuticos y técnicos) cuentan con la acreditación en SPD de la Comunidad de Madrid, y es una garantía de la calidad de la prestación farmacéutica ofrecida en todo el territorio.
Los SPD ya no son meros pastilleros, sino dispositivos de un sólo uso que facilitan su manipulación por el paciente. Por eso, su uso se ha extendido por toda Europa.
“el esfuerzo técnico y humano que requiere gestionar y administrar un SPD debe ser considerado como una prestación farmacéutica más”
La prestación farmacéutica
Los SPD son una herramienta esencial para que la prestación farmacéutica se ofrezca con garantías de éxito. Los medicamentos no sólo deben ser prescritos y dispensados, si deben utilizarse a las dosis correctas y en las pautas indicadas. Sólo así se garantiza su eficacia y seguridad. Un aspecto crucial es evitar los errores de medicación, que también pueden ser una causa de necesidad de intervención médica con el gasto asociado.
En la población con más dificultad, las personas mayores o muy mayores, no es posible el cumplimiento terapéutico sin apoyo. En determinadas patologías, además el paciente requiere de asistencia de un familiar o cuidador cercano para administrar la medicación, y este proceso puede facilitarse con los SPD. Por eso, el esfuerzo técnico y humano que requiere gestionar y administrar un SPD debe ser considerado como una prestación farmacéutica más.
Cualquier impulso que se lleve a cabo en relación a fomentar los sistemas de SPD y su uso repercutirán en lograr mejores objetivos terapéuticos y evitar gastos adicionales como consecuencia del incumplimiento. Administración, farmacia comunitaria y medicina de familia tienen espacio para un trabajo conjunto que impulse aún más el uso de los SPD.