La Comisión Europea inaugura la nueva década con un gran reto: establecer un Plan Europeo contra el Cáncer que se centre en los pacientes
| 2020-01-03T13:01:00+01:00 h |

Cada nueve segundos se diagnostica un cáncer en Europa y se estima que el 40 por ciento de la población europea sufrirá esta enfermedad.Estas cifras no hacen más que mostrar el reto al que se enfrentan los sistemas sanitarios europeos y la necesidad de establecer estrategias y políticas concretas que den solución, tanto a los pacientes, como al resto de agentes implicados. Y es precisamente el propósito que la Comisión Europea se ha marcado para este año (y década) que empieza: establecer un Plan Europeo contra el Cáncer que vaya más allá y que mire sobre todo al paciente.

Un plan que vaya más allá del ámbito sanitario, implicando a otros sectores; que abogue por un mejor y mayor acceso a las terapias innovadoras, apostando, más allá de aumentar la supervivencia, por la calidad de vida de los pacientes; que utilice la e-salud como herramienta que reduzca inequidades entre los países y que, entre otros, garantice cuidados paliativos accesibles para todos los ciudadanos europeos. En definitiva, se trata de pensar en qué necesita el paciente y sus familiares; se trata de humanizar la atención sanitaria oncológica. O al menos es lo que se pretende… porque para lograrlo será necesario que el nuevo plan esté dotado de la financiación suficiente para que sea efectivo. No se podrán esperar resultados sin recursos.

Pero, además, será fundamental medir qué se hace y cómo se hace. La patronal de la industria farmacéutica europea, la Efpia, ya avisa de la necesidad de medir resultados para que los objetivos que persigue el nuevo plan se cumplan de forma equitativa en todos los países. Una de las grandes prioridades marcadas por la organización de compañías —y a la vez una de las principales barreras en la actualidad—es el acceso a las innovaciones oncológicas. Si el paciente no puede acceder al tratamiento más adecuado para su enfermedad no se podrá avanzar ni en supervivencia ni en calidad de vida. Tampoco en investigación, pues la falta de acceso no hace más que desincentivar la I+D de nuevas terapias.

El cuatro de febrero se dará el pistoletazo de salida para que Europa se sitúe realmente a la cabeza en la atención oncologíca. Un reto que afecta a todos y que, por tanto, debe preocuparnos a todos.

La nueva estrategia buscará mejorar el acceso y apostará por la e-salud para reducir inequidades