J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 19 de julio de 2019 h |

El recorrido legislativo del próximo Real Decreto de Especialidades está a punto de llegar a una de las fases más esperadas por los profesionales. El Ministerio de Sanidad desea que la fase de audiencia pública se produzca “antes de llegar a agosto” y será en este momento cuando se conozcan los requisitos que debe cumplir un área para ser considerada especialidad o área de capacitación específica. Este es uno de los secretos mejor guardados por el Ministerio en los últimos meses y no es para menos si se atiende a la gran tensión que levantó el Real Decreto de Troncalidad. De hecho, y en consonancia con esta norma que finalmente fue tumbada en el Tribunal Supremo, los tiempos que maneja Sanidad son similares a los ocurridos entonces, cuando el texto también se conoció entre finales de julio y principios de agosto.

Justo antes de esta fecha que barajan en Sanidad se producirá un debate sobre el contenido final del Real Decreto de Especialidades. Será la próxima semana “el 24 o 25 de julio” cuando el Ministerio se reunirá con las comunidades autónomas en la Comisión de Recursos Humanos. Esta cita servirá para escudriñar el texto legislativo y ver si cumple con las demandas autonómicas en relación con algunas especialidades que se llevan exigiendo desde hace tiempo. Entre ellas está urgencias e infecciosas, pero también psiquiatría infantil o la ya prometida por la Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad: Farmacia Hospitalaria de Atención Primaria.

La primera piedra de este Real Decreto se conoció a finales de octubre, cuando GACETA MÉDICA informó de ello en exclusiva tras un Consejo Interterritorial donde no formaba parte del orden del día. Desde entonces, el Ministerio se ha ido reuniendo con distintas sociedades científicas con el objetivo de recabar información para incluirla en el texto legislativo. Una de las demandas más recurrentes por parte de los profesionales es asemejar el ordenamiento jurídico español con el existente en gran parte de Europa, de forma que los médicos puedan trabajar más allá de las fronteras españolas. Junto a esto, también se ha puesto sobre la mesa las necesidades no cubiertas de lo que hoy son áreas de capacitación. Éstas están orientadas a la formación que se necesita para los propios profesionales.