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CARMEN M. LÓPEZ Enviada especial a Chicago | viernes, 07 de junio de 2019 h |

La nueva edición del Congreso Americano de Oncología (organizado por la sociedad científica americana, ASCO) ha arrojado buenas noticias en cáncer de páncreas. Buenas noticias, en un contexto donde los tumores digestivos siguen su curso, con resultados no tan esperanzadores. Por primera vez, se han presentado resultados de la primera terapia personalizada para páncreas. En concreto, con un inhibidor del PARP.

Los resultados del ensayo POLO de Fase III destacan que olaparib (comercializado por Astrazeneca como Lynparza) casi duplica el tiempo en el que los pacientes vivieron sin progresión de la enfermedad a partir de la línea germinal BRCA. “Esperamos con impaciencia los datos a más largo plazo para comprender el impacto total de los resultados de este ensayo. Es alentador ver que olaparib está retrasando la progresión del cáncer de páncreas metastásico en pacientes con una mutación BRCA. Estamos potencialmente en la cúspide de una nueva era de tratamiento, donde por primera vez podemos diseñar una terapia basada en un biomarcador y donde tener una mutación BRCA abre más opciones de tratamiento“, dijo Suzanne Cole, MD.

En esta misma línea, Teresa Macarulla, médico adjunto en la Unidad de Tumores Gastrointestinales del Vall d ‘Hebrón, ha explicado a GM que estos resultados suponen un paso más para seguir investigando. El ensayo aleatorizado ha demostrado que la terapia de mantenimiento con el inhibidor de PARP retrasó significativamente la progresión del cáncer en comparación con placebo, con una mediana de supervivencia sin progresión de 7,4 meses frente a 3,8 meses. Más del doble de pacientes no mostraron progresión de la enfermedad en un año. En el ensayo, olaparib se administró a pacientes con cáncer que no habían progresado después de completar la quimioterapia inicial basada en platino, y después de dos años, el 22,1 por ciento de las personas que recibieron olaparib no tuvieron progresión de la enfermedad en comparación con el 9,6 por ciento de los tratados con placebo. Si bien los datos de supervivencia general aún no están maduros, este es un avance significativo dado que la supervivencia media del cáncer de páncreas metastásico es actualmente menor a un año. Macarulla aclara que por primera vez los enfermos sobrevivían 18 meses, los cuales se unen a las 16 semanas.

La oncóloga, asimismo, explica que se trata del primer estudio guiado por un biomarcador en páncreas metastásico, lo que abre la puerta a la personalización del tratamiento. “Aproximadamente uno de cada cinco pacientes respondió a olaparib durante una mediana de dos años, lo que es verdaderamente notable”, indica. A su juicio, “es posible que estemos viendo un cambio en la trayectoria de la enfermedad”.


La mediana de supervivencia de pacientes con cáncer de páncreas metastásico es actualmente menor a un año