Sandra Pulido Madrid | viernes, 04 de enero de 2019 h |

La primera inmunoterapia desarrollada íntegramente en España ha finalizado la primera etapa del ensayo clínico fase 1.

Se trata de la molécula BO-112, una terapia intratumoral con efecto inmunomodulador. En este estudio se han tratado a 28 pacientes con tumores sólidos buscando inicialmente conocer el perfil de seguridad y su potencial como inmunoterapia, tanto de forma individual, como combinado con anticuerpos anti PD-1 en pacientes a los que estos fármacos no les ha funcionado.

“Se trata de un fármaco basado en una doble cadena de RNA sintética (una especie de simulación de un virus) que se administra por vía inyectada directamente dentro de las lesiones tumorales”, explica Iván Márquez Rodas, oncólogo médico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y codirector del proyecto. “Lo que hemos observado en los modelos preclínicos es, por una parte, la destrucción del tumor, y por otra parte, la producción de una reacción inflamatoria que creemos que es favorable al reconocimiento inmune del cáncer”, añade el investigador.

En cáncer resistente

La investigación ha incluido a pacientes con cáncer de pulmón, melanoma o cáncer renal. Los primeros datos del ensayo han arrojado, que además de no provocar efectos secundarios graves, el BO-112 era capaz de controlar la enfermedad en un 58 por ciento de los casos y de producir una reducción objetiva del tamaño tumoral en un 17 por ciento. Sin embargo, el oncólogo considera que estos resultados son todavía muy preliminares y “ahora tenemos que ver si hay más pacientes que respondan y cuánto dura esa respuesta antes de considerar que hay una verdadera eficacia” continúa.

“El siguiente paso del proceso es incluir a un máximo de 30 pacientes para estar seguros de que la combinación no es muy tóxica”, y recopilar las conclusiones del resto de estudios en investigación, que según Márquez Rodas, “las muestras de los pacientes nos permitirá observar si los resultados son mejores en un tipo de tumor u otro”.

A partir de ahí diseñarán ensayos clínicos que vayan más allá de la seguridad e intenten demostrar la eficacia de la molécula.

En este primer estudio han participado tres centros españoles: el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, la Clínica Universidad de Navarra y el Hospital Ramón y Cajal. En la actualidad, para poder contrastar la eficacia de estos resultados, se han ido incorporando nuevos centros y son ya siete los hospitales que están reclutando pacientes.

Tejido inmunogénico

Por su parte, Ignacio Melero, inmunólogo de la Clínica Universidad de Navarra y del CIMA y co-director del trabajo, incide en que este es un trabajo pionero que combina inmunterapia local y sistémica.

“La filosofía consiste en intentar convertir a algunas de las lesiones tumorales en un tejido inmunogénico que despierte una respuesta inmunitaria, ayudando a la respuesta inmune en el resto del organismo. Mientras que por vía sistémica en el resto del organismo inhibimos mecanismos que frenan esa respuesta inmunitaria”, destaca. “En los modelos animales hemos comprobado que el tratamiento con esta doble aproximación es sinérgico y estos datos preliminares del ensayo clínico indican que una situación similar puede darse en los pacientes. Hay varios fármacos que usan esta estrategia de vacunación in-situ, pero BO-112 puede ser el más potente”, afirmó Melero.

Alcanzar 30 pacientes

Los investigadores continuarán el estudio hasta al menos alcanzar 30 pacientes tratados con la combinación de BO-112 y anticuerpos anti PD-1 (nivolumab o pembrolizumab) añadiéndose para esta otros centros españoles.

La primera inmunoterapia desarrollada íntegramente en España ha finalizado la primera etapa del ensayo clínico fase 1.

Se trata de la molécula BO-112, una terapia intratumoral con efecto inmunomodulador. En este estudio se han tratado a 28 pacientes con tumores sólidos buscando inicialmente conocer el perfil de seguridad y su potencial como inmunoterapia, tanto de forma individual, como combinado con anticuerpos anti PD-1 en pacientes a los que estos fármacos no les ha funcionado.

“Se trata de un fármaco basado en una doble cadena de RNA sintética (una especie de simulación de un virus) que se administra por vía inyectada directamente dentro de las lesiones tumorales”, explica Iván Márquez Rodas, oncólogo médico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y codirector del proyecto. “Lo que hemos observado en los modelos preclínicos es, por una parte, la destrucción del tumor, y por otra parte, la producción de una reacción inflamatoria que creemos que es favorable al reconocimiento inmune del cáncer”, añade el investigador.

En cáncer resistente

La investigación ha incluido a pacientes con cáncer de pulmón, melanoma o cáncer renal. Los primeros datos del ensayo han arrojado, que además de no provocar efectos secundarios graves, el BO-112 era capaz de controlar la enfermedad en un 58 por ciento de los casos y de producir una reducción objetiva del tamaño tumoral en un 17 por ciento. Sin embargo, el oncólogo considera que estos resultados son todavía muy preliminares y “ahora tenemos que ver si hay más pacientes que respondan y cuánto dura esa respuesta antes de considerar que hay una verdadera eficacia” continúa.

“El siguiente paso del proceso es incluir a un máximo de 30 pacientes para estar seguros de que la combinación no es muy tóxica”, y recopilar las conclusiones del resto de estudios en investigación, que según Márquez Rodas, “las muestras de los pacientes nos permitirá observar si los resultados son mejores en un tipo de tumor u otro”.

A partir de ahí diseñarán ensayos clínicos que vayan más allá de la seguridad e intenten demostrar la eficacia de la molécula.

En este primer estudio han participado tres centros españoles: el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, la Clínica Universidad de Navarra y el Hospital Ramón y Cajal. En la actualidad, para poder contrastar la eficacia de estos resultados, se han ido incorporando nuevos centros y son ya siete los hospitales que están reclutando pacientes.

Tejdio inmunogénico

Por su parte, Ignacio Melero, inmunólogo de la Clínica Universidad de Navarra y del CIMA y co-director del trabajo, incide en que este es un trabajo pionero que combina inmunterapia local y sistémica.

“La filosofía consiste en intentar convertir a algunas de las lesiones tumorales en un tejido inmunogénico que despierte una respuesta inmunitaria, ayudando a la respuesta inmune en el resto del organismo. Mientras que por vía sistémica en el resto del organismo inhibimos mecanismos que frenan esa respuesta inmunitaria”, destaca. “En los modelos animales hemos comprobado que el tratamiento con esta doble aproximación es sinérgico y estos datos preliminares del ensayo clínico indican que una situación similar puede darse en los pacientes. Hay varios fármacos que usan esta estrategia de vacunación in-situ, pero BO-112 puede ser el más potente”, afirmó Melero.

Alcanzar 30 pacientes

Los investigadores continuarán el estudio hasta al menos alcanzar 30 pacientes tratados con la combinación de BO-112 y anticuerpos anti PD-1 (nivolumab o pembrolizumab) añadiéndose para esta otros centros españoles.