Esther Martín del Campo Madrid | jueves, 19 de septiembre de 2019 h |

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) ha presentado esta semana su documento de posicionamiento sobre el uso de anticoagulantes de acción directa (ACODs). Los médicos de atención primaria han recodado que un tercio de los pacientes con indicación clara de anticoagulación no están recibiendo el tratamiento y abogan por reforzar la formación clínica del médico de primaria y la alianza con los pacientes de cara a promover la concienciación y el conocimiento de la fibrilación auricular (FA).

Los facultativos recuerdan que en nuestro país la prescripción de estos fármacos está sujeta a un visado de inspección, que ha de cumplir la pauta que establece el IPT de la Agencia Española del Medicamento, un documento superado por la evidencia científica generada en los últimos años, en opinión de los facultativos, que retrasa el acceso a estos fármacos en un gran número de pacientes que deberían beneficiarse ya de esta alternativa terapéutica, ante el riesgo de complicaciones graves como el ictus.

El presidente de Semergen, José Luis Llisterri, lamenta que no se haya avanzado en este tema desde hace 11 años. “Es el momento de que Semergen reclame la equidad en el acceso a estos fármacos y que los pacientes tengan ya el fármaco que demuestre más beneficios”, advierte. En su opinión, “el ‘maldito’ visado está obsoleto y pone en tela de juicio el conocimiento de un médico”.

El presidente de Semergen remarca que “hay que instar a que se prescriba en base a la práctica clínica, consensuada y universal en todo el estado español, basada en estudios”.

La situación en Asturias, La Rioja, Castilla-La Mancha y Canarias es particularmente grave. En estas regiones, denuncia Llisterri, la administración no confía en que “el médico de AP está capacitado para diagnosticar y prescribir el tratamiento con estos fármacos. Es una situación de los años ochenta”, ha lamentado.

En el resto de comunidades autónomas, la situación resulta muy heterogénea, con mayores o menores trabas en la prescripción. En cualquier caso, el cardiólogo Carlos Escobar reconoce que aunque en estas otras regiones el médico de atención primaria puede prescribirlo, la sensación de que el inspector pueda ser más receptivo a la prescripción si llega del lado de los especialistas hace que gran parte de los pacientes sean derivados a la consulta del cardiólogo.

Médicos y pacientes, con Juan Manuel Ortiz, presidente de la Asociación Madrileña de Anticoagulados (AMAC), como portavoz subrayan que estas trabas administrativas persiguen un criterio economicista y avivan la inequidad en el acceso a los mejores tratamientos disponibles. En este sentido, Escobar detalla que incluso aumenta la desigualdad en función de las rentas, puesto que con una prescripción, un paciente puede adquirir directamente estos fármacos en la farmacia sin necesidad de pasar por la inspección sanitaria, que es un procedimiento vinculado a la financiación de los medicamentos, lo que agranda la brecha social.

En este sentido, el presidente de AMAC denuncia que el 40 por ciento de los pacientes con acenocumarol están mal anticoagulados y asumen un riesgo muy alto de sufrir complicaciones como ictus y hemorragias con una fibrilación auricular como enfermedad de base. Además, recuerda que la penetración de ACODs es muy baja en relación con el resto de Europa.

El fármaco por excelencia en anticoagulación en uso por su bajo coste, apenas dos euros, es acenocumarol , frente a los cerca de 90 euros mensuales que supone el tratamiento con ACODs. Una inversión que, en cualquier caso y tal y como han remarcado durante la presentación, permite reducir el coste mucho más elevado que representan las complicaciones habituales de esta enfermedad y las tasas de mortalidad, a día de hoy prevenibles, según los expertos.

Además, el presidente de AMAC ha advertido de que en un futuro próximo los primeros ACODs extinguirá su patente. Para entonces, vaticina Ortiz, es fácil pensar que desde la administración se rendirán a la evidencia científica sobre estos medicamentos, demostrando que el criterio actual es puramente económico.


El 40% de los pacientes tratados con acenocumarol están mal anticoagulados, según el presidente de AMAC



Cuatro comunidades autónomas impiden que los médicos de AP prescriban estos anticoagulantes