CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 18 de mayo de 2018 h |

La carga de enfermedad de las IRAS fue abordada en una mesa redonda en el seno de la Jornada ‘Los límites de la prevención. Conversaciones con expertos para prevenir la Infección Relacionada con la Asistencia Sanitaria (IRAS)’, en el Hospital Universitario Ramón y Cajal.

En este encuentro se puso de manifiesto no solo la carga de la enfermedad en el hospital, sino su impacto a nivel emocional, social e incluso laboral. Así lo explica el jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Ramón y Cajal. “Las IRAS se consideran los eventos adversos más frecuentes que amenazan la seguridad de los pacientes en el mundo. Aunque no existen estimaciones globales, hay una evidencia clara de que cientos de millones de pacientes se ven afectados anualmente, con una mayor carga de enfermedad en los países en desarrollo”, asegura.

A su juicio, hay una necesidad urgente de establecer sistemas fiables para la vigilancia de las IRAS y garantizar los datos que determinen el impacto global de la enfermedad. En Europa, la carga acumulada de seis IRAS fue más alta que la carga total de las otras 32 enfermedades transmisibles, según el estudio de BCoDE 2009-2013. “En Europa superan la carga de otras infecciones como la gripe y la tuberculosis”, incide el preventivista.

La evaluación de los determinantes de estas infecciones es esencial para identificar estrategias y medidas de mejora. De esta modo, los expertos aseguran que ya existe evidencia “robusta” de que las IRAS pueden ser evitadas, y la carga de enfermedad reducida en más del 50 por ciento.

Estos especialistas coinciden en que deben tratarse como un problema prioritario de seguridad del paciente con enfoques integrales para ser abordados de manera efectiva. Hay que tener en cuenta que “no se limitan sólo al ámbito hospitalario, y ahora se requiere la implementación de medidas de control específicas en otros entornos (consultas externas, atención a domicilio, hospitales de larga estancia, etc.)”, indica Aranaz.

Infecciones quirúrgicas

Para los expertos uno de los retos prioritarios es conseguir una tasa del 0 por ciento en infecciones quirúrgicas, objetivo sin duda complicado de cumplir, ya que influyen muchos parámetros, algunos muy difíciles de controlar.

Sin embargo, “seguir disminuyendo la tasa de infecciones, incorporando las nuevas tecnologías que mejoran el manejo global del paciente quirúrgico es sin duda el objetivo”. De hecho, este tema fue abordado en otra mesa redonda. ‘Evaluación de tecnologías y dispositivos para la higiene hospitalaria: Evidencia y sostenibilidad, dos criterios necesarios’.

Los especialistas coincidieron en que en la práctica clínica diaria unos de los problemas que más preocupa a los cirujanos es la infección de la herida quirúrgica. Así, dependiendo de la localización y de la técnica empleada puede evolucionar a una complicación grave con riesgo incluso para la vida del paciente.

Intentando prevenir estas infecciones, la utilización de la terapia de presión negativa en las heridas quirúrgicas y en pacientes de alto riesgo, “es una herramienta útil que se añade al resto de medidas que se aplican de forma rutinaria, como la profilaxis antibiótica etc.”. Además, cuenta con unos resultados alentadores en el metaanálisis publicado sobre su uso cuando se compara con el cuidado tradicional de las heridas quirúrgicas.