JUAN PABLO RAMÍREZ / MADRID | viernes, 26 de agosto de 2016 h |

Partido Popular y Ciudadanos afrontan su semana clave. Mariano Rajoy se someterá el 31 de agosto a la sesión de investidura y regresará al Congreso de los Diputados el dos de septiembre si fracasa. Si no se truncan las negociaciones contará con el apoyo de Albert Rivera, pero este respaldo será insuficiente para gobernar.

Con el acuerdo aún en el aire al cierre de esta edición y la amenaza de celebrar los próximos comicios el día de Navidad, ambos partidos deben salvar una serie de escollos. El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, reconoció a finales de la semana pasada que las conversaciones se encontraban estancadas. Las principales divergencias se encontraban en las diputaciones, el Senado y la justicia. Existen también diferencias en sanidad, al menos en los programas de los partidos, aunque esta materia no se encontraba entre las seis exigencias iniciales que planteó el grupo de Albert Rivera antes de iniciar las negociaciones. No obstante, ambas formaciones aseguraron que se pondrán medidas encima de la mesa para reformar la sanidad española.

La principal divergencia nace del Real Decreto 16/2012. El programa de la formación naranja especifica la necesidad de restablecer la “universalidad de la cobertura del Sistema Nacional de Salud”. La óptica del PP es radicalmente opuesta. “España cuenta con un sistema sanitario más universal al que tienen acceso todos los españoles y los residentes en nuestro país”, según reza su programa.

Los programas de PP y C’s presentan discrepancias en el concepto de universalidad de la asistencia sanitaria

Esta diferencia de concepto surge también al hablar sobre la equidad. Ciudadanos defiende “una cartera de servicios comunes para evitar diferencias injustificadas de cobertura entre las comunidades autónomas”. Los populares no identifican este problema a la hora de justificar su gestión: “España cuenta con un sistema sanitario más equitativo con una nueva cartera común básica de servicios, que garantiza las mismas prestaciones para todos los pacientes”.

El real decreto ha generado polémica desde su publicación. Partidos como el PSOE y Podemos han planteado su derogación completa. No así Ciudadanos que ha abogado más por una revisión punto por punto del texto. De hecho, en el documento que sellaba el acuerdo de investidura con el PSOE tras las elecciones del 20 de diciembre no aparecía la derogración total decreto, como habían defendido los socialistas durante toda la campaña. Así que el real decreto sigue en vigor a la espera de que entre un nuevo Gobierno, que como mínimo se verá obligado a reformarlo.

Uno de los puntos que deberá tratar es el copago farmacéutico. La formación naranja acepta la existencia de este instrumento, aunque ya ha propuesto la revisión de los tramos para que resulten más equitativos. En el Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso que firmó con el PSOE, se insistía en la necesidad de “garantizar que el copago farmacéutico no sea una barrera de acceso, en especial para personas en situación de especial vulnerabilidad”. Esta cuestión ni siquiera aparece en el programa popular.

Indicación enfermera

Otro de los puntos de discordia podría ser la prescripción enfermera. Durante la pasada legislatura el partido de Albert Rivera presentó una proposición no de ley (PNL) para la paralización del real decreto. La PNL no llegó a buen puerto por la incapacidad de los partidos para formar gobierno. Pero en su programa, Ciudadanos volvía a hacer un nuevo guiño al colectivo. “Mejoraremos la eficiencia del sistema sanitario desarrollando un nuevo decreto de indicación y uso de medicamentos por parte del personal de enfermería basado en el consenso del sector”. Antes de coger el camino a País Vasco, donde será candidato a lehendakari en los comicios autonómicos, el ex ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, descartó una derogación de la normativa. Sí dejó la puerta abierta a introducir modificaciones en el real decreto, pero trabajando siempre sobre el texto actual.

Tampoco coinciden los programas en la inversión destinada a investigación, desarrollo e innovación. Ciudadanos recupera el objetivo del tres por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). El Partido Popular apunta más bajo y se queda en un dos por ciento, como se establece en la Estrategia de I+D+i elaborada por la secretaría de Estado que dirige Carmen Vela. Incluso Ciudadanos admite la dificultad de la meta fijada: “En España la inversión nunca ha rebasado el 1,5 por ciento del PIB y se ha reducido en los últimos años”.

La formación naranja propuso paralizar el decreto de indicación enfermera que aprobó el Gobierno popular

También existen puntos en común en los programas de ambos partidos. Uno de ellos es la transparencia. Ciudadanos propone la creación de un portal específico. Esta herramienta debe recoger datos e indicadores de calidad asistencial, terapéutica y eficiencia de los servicios de hospitales y centros de salud para obtener datos objetivos y fiables que ayuden a detectar malas y buenas prácticas”. Los populares plantan la creación de un Plan Nacional de Trasparencia Sanitaria y va más allá en el objetivo: permitir “a los pacientes una decisión informada y libre sobre las cuestiones más importantes que afectan a su salud, incluido el centro sanitario al que quieren acudir”. La libre elección de profesional sanitario ha sido una de las principales apuestas del PP en las comunidades autónomas en las que ha gobernado en los últimos años.

Iniciativas en recursos humanos

Otro de los objetivos es compensar a los profesionales sanitarios después de años de recortes que han afectado a su salario y a la creación de empleo. En materia de recursos humanos, el partido de Rajoy apuesta por el desarrollo de “los mecanismos que garanticen la movilidad territorial de los profesionales sanitarios en todo el SNS en condiciones de igualdad”, un modelo de gestión por competencias y la potenciación de la gestión clínica. En la misma línea, mantiene el objetivo de elaborar un “ Plan Estratégico de Ordenación de Recursos Humanos del Sector Sanitario, definiendo un mapa de necesidades de los perfiles profesionales recogidos en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS)”, una de las reclamaciones históricas de los profesionales sanitarios.

El programa del partido de Rivera también incluye medidas en el capítulo de personal. Coincide en la realización de un análisis para conocer las necesidades de profesionales. Para ello, propone modificar “la regulación de facultades y plazas de Medicina y Enfermería”. Su intención es reducir la temporabilidad en el empleo. Existen otros puntos. El primero de ellos es colocar la gestión sanitaria “en manos de profesionales y no de personal de libre designación”, con el fin de fomentar la independencia.

Al mimo tiempo pretende el establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas. Por un lado, con la introducción de “medidas de protección del personal que denuncia situaciones irregulares en centros sanitarios”; pero, por otro, la puesta en marcha de un nuevo “régimen sancionador para que los profesionales que incurran en malas prácticas no queden impunes”.

En su anterior pacto con el PSOE, C’s planteó cambios en los tramos del copago farmacéutico

En el capítulo de formación, Ciudadanos prevé regular “ la relación de las empresas farmacéuticas sobre los profesionales aumentando las incompatibilidades y los controles”, con el objetivo de garantizar “la financiación pública de la formación continuada de los profesionales y su financiación a través del sistema público para que no quede solo en manos de las empresas farmacéuticas”.

En esta línea, su intención es favorecer”la homologación profesional con el resto de países de Europa”. Para ello, propone la implantación progresiva de procesos de certificación y recertificación profesional, así como de capacitación específica.

El PP centra el capítulo de formación en los gestores del SNS, otra de las preocupaciones que ha venido expresando la formación naranja. “Nos proponemos profesionalizar la gestión sanitaria mediante el desarrollo de un área de capacitación específica que permita la formación especializada de directivos sanitarios, les proporcione un conocimiento profundo de la realidad sanitaria y les dote de competencias de liderazgo e iniciativa para la toma de decisiones basadas en criterios técnicos”, según consta en el programa sanitario del PP.

Acceso a medicamentos y tecnologías

La financiación de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C ha despertado la necesidad de buscar fórmulas que permitan costear los nuevos medicamentos. El mercado se prepara en la actualidad para la entrada de nuevos fármacos, que supondrán un gasto significativo para el SNS.

Ante este escenario, tanto el PP como Ciudadanos especifican la necesidad de agilizar la entrada de nuevos medicamentos y tecnologías. El partido de Rajoy se compromete a “eliminar barreras jurídicas”, la implantación de nuevas fórmulas y la reducción del “tiempo de acceso de los pacientes a las nuevas terapias eficaces”.

Ante esta necesidad, los populares plantean la aprobación de “un modelo de financiación de la sanidad que garantice la cobertura de las necesidades reales, equilibrado y que tenga en cuenta la edad y la dispersión de la población y garantice la igualdad de derechos sanitarios de todos los españoles”.

Ciudadanos apuesta por aumentar la inversión en I+D al 3% del PIB mientras que el PP prevé un 2%

Para la adquisición de medicamentos, el PP insiste en las compras centralizadas que “permitan las economías de escala y mejoren a eficiencia y el uso de los recursos públicos en las comunidades autónomas”.

Las compra centralizada es otra de las propuestas de Ciudadanos con el objetivo de reducir el impacto sobre los presupuestos de las regiones. La formación naranja insiste de manera especial en los medicamentos huérfanos y de uso compasivo.

Otra medida sería la intención de alcanzar “acuerdos a nivel europeo para controlar el precio de todas aquellas novedades terapéuticas de alto impacto que no tengan alternativa eficaz que permita que los precios se fijen por mecanismos de libre competencia”.

C’s subraya la importancia de introducir la evaluación. “Implementaremos, asimismo, una estrategia de reinversión a largo plazo que contemple, no sólo la incorporación de nuevas tecnologías sanitarias, sino la desinversión en aquellas que no sean efectivas, revisando todas aquellas estrategias de salud que no sean eficientes según un criterio científico”. En este sentido, se compromete a la puesta en funcionamiento de sendos planes de infraestructuras sanitarias y de Big Data, “que permita detectar disfunciones e ineficiencias mediante datos estadísticos comparados”.

El PP coincide también en potenciar el “uso del Big Data en torno a sectores clave para el PIB español”, con el fin de impulsar el desarrollo de modelos de uso eficaz de la información, fomentando la creación de riqueza a partir del conocimiento”.

Ambos partidos se comprometen además a seguir avanzando en la integración sociosanitaria. “Continuaremos desarrollando herramientas que garanticen la continuidad asistencial entre atención primaria, atención especializada y los servicios sociales, orientando la coordinación a la atención de los enfermos crónicos, el perfil más frecuente en el sistema sanitario actual”, según explica en su programa electoral.

Por su parte, C’s destaca la necesidad de establecer puentes entre “los servicios sociales y sanitarios para ofrecer servicios de salud integrales”. Con este fin prevé la aprobación de un Plan de Coordinación de Servicios Sanitarios, Farmacias y Trabajadores Sociales.

Durante la legislatura los partidos pondrán otras propuestas encima de la mesa como un Plan de Salud Mental, por el que apuesta C´s, o una estrategia para la reducción de las listas de espera, como formula el PP.