E.M.P. Madrid | viernes, 21 de julio de 2017 h |

Las asociaciones de pacientes son conscientes de que la erradicación de la hepatitis C constituye, a día de hoy, un reto mundial. Así se puso de manifiesto recientemente en el marco de un taller celebrado en Madrid para recoger sus impresiones sobre este tema (ver GM, nº 654). Un foro en el que, entre otras muchas aportaciones, el secretario de Relaciones Institucionales de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth), Jesús Fargas, destacó los éxitos del plan puesto en marcha en 2015 en nuestro país.

Llegados a este punto, remarcó que una de las demandas principales para los pacientes en la actualidad es la puesta en marcha de un cribado, sin especificar si esta iniciativa debe hacerse extensiva a toda la población o, por el contrario, aplicarse solo sobre perfiles de riesgo. De hecho, este dilema también fue analizado en esa misma mañana en otra jornada en la que se revisaron las iniciativas de las comunidades autónomas y el impacto de estos planes en la práctica clínica diaria.

Fargas comparte esta preocupación con el presidente de la Plataforma de Afectados de Hepatitis C de la Comunidad de Madrid, Adolfo García, que se manifestó en la misma línea sobre la necesidad de “buscar aquellos enfermos que no saben que lo son”.

Junto a Fneth y a la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, otras organizaciones, como la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (Aehve), que integra junto a los pacientes a las sociedades científicas, o asociaciones de pacientes como la Associació Catalana de Malats D’Hepatitis (Asscat), la Federación Española de Hemofilia (Fedhemo), y el Instituto de Investigación y Formación en Salud (IFSA Salud) han cerrado filas a favor del plan nacional que, a día de hoy, ha permitido el tratamiento con antivirales de última generación a más de 79.000 pacientes.

No obstante, preocupaciones como la equidad en el acceso tanto al diagnóstico como a estos tratamientos, que fueron expuestas en su día, la necesidad de proporcionar un mayor peso a la atención primaria en el cribado, la detección precoz y el seguimiento de los pacientes tratados, o la importancia de garantizar la continuidad asistencial a estos pacientes, siguen siendo algunas de las prioridades para este colectivo.

Asimismo, las asociaciones coinciden en la necesidad de aportar transparencia en los datos proporcionados por las comunidades, así como de garantizar la financiación de los tratamientos.