J. A. R. Santander | viernes, 08 de septiembre de 2017 h |


En el incremento de la supervivencia ha desempeñado un papel fundamental el cribado



La medicina de precisión se hace especialmente necesaria en el cáncer de mama metastásico


El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente entre las mujeres. Una patología en la que se ha avanzado de forma importante en los últimos años. Para seguir en este buen camino es necesario continuar apostando por una visión multidisciplinar en el tratamiento de esta enfermedad, lo que incluye desde la investigación más básica hasta la apuesta por la humanización, pasando por los mejores tratamientos en la práctica clínica diaria. Esta es la principal conclusión del curso “Hacia la excelencia en el conocimiento del cáncer de mama avanzado: una visión multidisciplinar” organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y Novartis Oncology.

En este sentido, Cristina Grávalos, coordinadora de la Oficina Regional de Coordinación Oncológica de la Comunidad de Madrid, señaló que el número de casos de cáncer de mama aumentará en los próximos años. “En 2015, en España, se diagnosticaron unas 26.000 mujeres, que serán en torno a las 30.000 en 2030”, comentó. A pesar del crecimiento del número de casos, añadió Grávalos, “la buena noticia es que la evolución de la supervivencia ha pasado del 56 por ciento a los cinco años en 1994 al 80 por ciento”. Y este último dato es del año 2007, “por lo que esperamos que ahora sean mejores”, dijo Grávalos.

En este incremento de la supervivencia ha desempeñado un papel fundamental el cribado de pacientes. “Las mamografías en mujeres de entre 50 y 60 años y riesgo normal es uno de los principales factores que ha contribuido a reducir la mortalidad, porque el objetivo es diagnosticar antes de llegar al cáncer metastásico”, señaló esta experta.

En la misma línea, Ana Tejerina, subdirectora de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud, puso también el énfasis en la prevención primaria. “Para ello, hay que lograr que el cribado sea poblacional. En Cantabria invitamos a todas las mujeres empadronadas en la comunidad, y así conseguimos una tasa del 74 por ciento, que es elevada”. Tejerina señaló la necesidad de combatir las desigualdades en salud que, a su juicio, existen en función de la comunidad autónoma. “La mayoría de las veces hablamos de desigualdad en el acceso a medicamentos, pero las desigualdades se producen en todo el proceso asistencial”, añadió.

Nuevas herramientas

La medicina de precisión se hace especialmente necesaria en el cáncer de mama metastásico. “Quizás un día lleguemos a decir que cada cáncer es diferente en cada mujer”, comentó Rafael López, jefe del servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Precisamente, las diferencias son la base para el desarrollo de la medicina personalizada. “Ya hay inhibidores de las ciclinas, que bloquean la capacidad de multiplicación celular. Por ejemplo, ribociclib logra una reducción del riesgo del 44 por ciento —agregó—. También hay fármacos dirigidos a la vía de Tb PI3K/AKT/mTOR, que es una vía muy relevante para la homeostasis celular”. Y otra diana muy prometedora son los inhibidores de PARP. El ADN se está replicando continuamente, lo que produce fallos. “Se ha visto que en pacientes con BRAC mutados, si inhibimos PARP, las células tumorales mueren”, señaló López.

También en lo que respecta a los tratamientos, el papel del farmacéutico hospitalario cobra una gran relevancia, en opinión de Beatriz Bernárdez, facultativa del Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. “En nuestro centro estamos integrados en el equipo de atención del paciente oncológico. Todos los profesionales debemos estar unidos”, comentó Bernárdez. En cuanto a las novedades en tratamiento, esta experta destacó “las ciclinas y los inhibidores de HER2”. Asimismo, aunque la inmunoterpaia no está teniendo el mismo éxito en cáncer de mama que en otros tumores, “ya estamos viendo resultados en cáncer de mama triple negativo”.

No hay que olvidar, en esta visión multidisciplinar, el papel de la enfermería, Juan Luis Ribes Bernal, secretario de actas de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (UCME), comentó que es “importantísima la coordinación de los profesionales, lo que permite aumentar la supervivencia, según algunos estudios”. Para ello, es clave el comité de tumores para definir objetivos y procesos. “El profesional de enfermería es muy importante en el aspecto asistencial y en la gestión de casos, ya que es un referente para los pacientes”, agregó.

Humanización

Más allá de los avances en el diagnóstico y de las mejoras en las terapias farmacológicas del cáncer de mama, la humanización es otro de los pilares en esta enfermedad. Rodrigo Gutiérrez, director general de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria de Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), remarcó que “la humanización se debe aplicar en todo el proceso de la asistencia sanitaria. Los pacientes quieren más valor en su asistencia, y eso viene de la mano de la humanización”. Ponerse las gafas de la humanidad, como dijo este experto, implica ser amable, desarrollar buenas dotas de comunicación, sonreír.

No siempre se puede garantizar, como es lógico, los buenos resultados de la asistencia, “pero se puede ayudar a los pacientes a navegar por los complejos y fragmentados sistemas de salud de una forma más digna y segura”, añadió Gutiérrez.

Pacientes

Como es lógico, el paciente es una parte activa en el tratamiento de su patología. Laura Pérez, miembro de la Junta Directiva de la Asociación para la Ayuda a las Mujeres con Cáncer de Mama de Cantabria, comentó que los pacientes reclaman “tratamientos integrales y personalizados”. Asimismo, señaló que la excelencia en el tratamiento pasa por “valorar los derechos de los pacientes y reducir listas de espera”.