Desde que Enrique Ordieres asumió la presidencia de Cinfa, la compañía navarra ha conseguido convertirse en un referente en la industria farmacéutica nacional, siendo líder de mercado tanto en valores como en unidades. Un éxito que responde al esfuerzo constante que la compañía ha realizado en términos de inversión en nuestro país, y que explica el reconocimiento que su presidente obtendrá en la próxima edición de los Premios Fundamed & Wecare-u. El patronato ha decidido concederle el premio a la mejor Trayectoria Profesional en el ámbito de la Industria, un reconocimiento que, tal y como asegura Ordieres a EG, es extensible a toda la compañía.

Pregunta. El Patronato de los Premios Fundamed & Wecare-u ha decidido reconocer su trayectoria profesional en el ámbito de la industria, ¿Qué supone este galardón?

Respuesta. Una enorme ilusión, porque me lo tomo como un reconocimiento de toda la profesión; del sector de la salud. Realmente es todo un orgullo que tu entorno te reconozca toda una trayectoria. Además, también supone un reconocimiento a la compañía, porque al final mi trayectoria es la trayectoria de Cinfa. Somos un grupo de 2.100 personas que llevamos muchos años trabajando e invirtiendo mucho dinero en nuestro país, concretamente mas del 80% de nuestros beneficios, y esto es un valor muy importante y diferencial.

P. Hablando de inversión. Precisamente estáis a punto de inaugurar una nueva planta en Olloki, en Navarra, ¿no?

R. Sí. Dentro del plan estratégico de más de 200 millones euros de inversión que aprobamos justo antes de la pandemia, se incluye la puesta en marcha de esta nueva planta. Esperamos comenzar la fabricación a final de verano y tener los primeros lotes validados a final de año. Supondrá la incorporación de 50 personas más en 2022, 80 más hasta 2024 y un incremento de capacidad de producción del 60% en 2024. Dispondrá de una zona productiva cercana a los 15.000 metros cuadrados. Para nosotros es importante aumentar la capacidad de producción y realizar una mayor apuesta por la industria nacional.

P. Ese cambio de mentalidad en términos de inversión a nivel nacional que ha favorecido la pandemia. ¿Cree que se ha trasladado a las autoridades?

R. Sí. Realmente creo que la pandemia, aunque ha sido terrible, ha traído cosas buenas, como dar más valor a lo cercano, a lo local. Hemos sufrido la falta de suministro en productos tan básicos como las mascarillas y para el mundo farmacéutico ha supuesto una reflexión importante. España realmente es un país con una industria farmacéutica muy potente, con más de 80 plantas de producción, y eso ha sido decisivo en términos de asegurar el suministro. Es un valor añadido y se ha demostrado la calidad y el valor de la industria española.

P. Precisamente Europa ha tomado nota de esta lección, y así se refleja en la Estrategia Farmacéutica Europea. ¿Espera lo mismo en España?

R. En España a veces nos centramos demasiado en el corto plazo, mientras que en el mundo farmacéutico tenemos que trabajar con un marco de estabilidad, porque las inversiones que se realizan son a largo plazo. En este sentido, no invita al optimismo ver cómo se ofrecen reducciones de precios constantes como única solución. Me preocupan las medidas que puedan tomarse porque igual son muy coyunturales. Estamos convencidos de que la única manera de avanzar es seguir invirtiendo y conseguir que España siga siendo un referente en industria farmacéutica.

En este sentido, no invita al optimismo ver cómo se ofrecen reducciones de precios constantes como única solución.

P. ¿Cómo afecta esa bajada de precios constantes?

R. En el caso de los medicamentos genéricos, el precio medio de nuestro vademécum es de 3,5 euros. De hecho, tratar tres patologías como hipercolesterolemia, hipertensión o un post infarto durante un mes cuesta un 30% menos que aparcar el coche en una zona verde de Madrid. Hablamos de PVP más IVA y esto es terrible.

Tratar tres patologías como hipercolesterolemia, hipertensión o un post infarto durante un mes cuesta un 30% menos que aparcar el coche en una zona verde de Madrid.

P. Y a esto hay que sumar las subidas del precio de los suministros, la electricidad…

R. El incremento de los costes es increíble para el mundo del medicamento. La industria farmacéutica requiere una gran cantidad de energía para desarrollar sus procesos. A esto se suma el incremento de precio de las materias primas, de los principios activos, etc. Y el PVP no sólo es el mismo, sino que tiende a bajar. Por ejemplo, en la furosemida, que cuesta 2,25 euros a PVP IVA, se acaba de ofrecer una reducción de precio de más del 50% por una compañía que solo tiene un 0,49% del mercado y ofrece un medicamento fabricado en la India, cuando actualmente el 85% de lo que se dispensa se fabrica en España. Eso ¿qué puede provocar? Podríamos llegar a desabastecimientos que tendríamos que cubrir a posterior las compañías que realmente estamos invirtiendo en nuestro país. Esto, además, afecta de forma directa al paciente, que no tiene continuidad en su tratamiento, impactando en la falta de adherencia. No son medidas sostenibles.

P. ¿Cree que con la crisis económica derivada de la pandemia o de la guerra en Ucrania puede traducirse en medidas de alto impacto como unas subastas a nivel nacional?

R. Acorde con la Estrategia Farmacéutica Europea, que apuesta por la fabricación nacional, tendrían que ser muy poco previsores y hasta temerarios para tomar una decisión como esa. No hay más que pensar que habría pasado en la crisis de las mascarillas con un sistema de licitaciones nacional… debemos de aprender las lecciones que nos ha dejado la pandemia. Hablamos a veces de diferencias de unidades de céntimos y el ahorro en términos de sostenibilidad no va por ahí. Hay que apostar por medicamentos que han demostrado seguridad, eficacia y calidad. El precio y el valor son cosas muy diferentes y no hay que confundirlos.

P. Centrándonos más en su compañía. ¿Qué retos se marca?

R. Seguiremos apostando por España, pero buscamos crecer mucho también en el mercado internacional. La internacionalización es uno de nuestros retos y, en los últimos años, hemos conseguido que el 25% de nuestra facturación sea internacional. Somos referentes en zonas como Emiratos Árabes, Centroamérica, etc. El crecimiento internacional es fundamental para poder emprender determinados proyectos más ambiciosos.

Seguiremos apostando por España, pero buscamos crecer mucho también en el mercado internacional. La internacionalización es uno de nuestros retos

P. Entre esas decisiones estratégicas también está la retirada del mercado de biosimilares, ¿no?

R. Fueron varias las causas que explican esta desinversión. Se trata de un mercado hospitalario en el que Cinfa no está presente y a esto se suman los altos costes de desarrollo y el alto riesgo. Quiero pensar que será un mercado de futuro, pero, tal y como se ha planteado en España, las expectativas no se cumplieron.

P. Consumer Health es otro de los negocios donde Cinfa es líder, pero es cierto que es un mercado golpeado por la pandemia ¿no?

La pandemia es algo coyuntural y todo tenderá a estabilizarse. Nosotros somos muy fuertes en productos de invierno, en el mundo de la ortopedia o en productos naturales. Considero que el mercado de Consumer Health tiene realmente mucho recorrido y la farmacia tiene que ser referente; no solo en el tratamiento de patologías o síntomas menores, sino también en diagnostico o prevención. La farmacia tiene un potencial enorme, y podemos verlo en otros países donde, por ejemplo, se vacuna en la botica. En España, en cambio, costó mucho simplemente poder dispensar los test de autodiagnóstico frente a la COVID-19. Con ello pudimos observar el potencial de la farmacia y su impacto en la salud de los ciudadanos. A la farmacia hay que darle productos, recursos, medios y servicios. Se pueden hacer muchas cosas para ayudar porque la proximidad y profesionalidad de la farmacia son dos aspectos diferenciales que no se dan en todos los países.

P. Se nota tu rama de farmacéutico… ¿Crees que el éxito de Cinfa también se debe a esa esencia farmacéutica?

R. Sin duda. Estoy convencido, porque Cinfa se creó para mejorar la capacidad de suministro de la botica. Infarco nació como una cooperativa para dar servicio a la farmacia y siempre hemos estado muy centrados en el canal farmacia, ofreciendo productos y servicios de calidad que, de una manera sostenible, sirvan para que a través del consejo profesional farmacéutico el ciudadano pueda prevenir y abordar sus patologías.

P. Por último, ¿qué necesidades identificas en el sector?

R. En primer lugar, considero que se debería confiar más en el medio y en el largo plazo. El mundo farmacéutico es muy inversor, pero los resultados son a largo plazo, por eso es fundamental disponer de un marco de estabilidad, que para nada es incompatible con ser eficiente. Y, en segundo lugar, es primordial confiar en las personas. Hoy en día es muy importante ver los modelos de negocio con otro concepto, desde el propósito y el impacto social positivo de las compañías, y no pensando solo en la cuenta de resultados. Las empresas en general podemos hacer las cosas de otra manera y eso está funcionando muy bien en Cinfa y es un valor añadido muy importante. Al final el paciente percibe que detrás de una marca hay mucho más, que hay un compromiso social importante.