J.V. Madrid | viernes, 13 de julio de 2018 h |

La disminución de la ingesta de agua unido a los problemas de deglución, hacen que un paciente con disfagia tenga más probabilidades de sufrir deshidratación. GM y Nestlé Health Science analizan con Verónica Chazín, dietista-nutricionista del Hospital Virgen de la Torre y del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, la importancia de una correcta hidratación en el paciente con disfagia.

Pregunta. ¿Qué dificultades presenta un paciente con disfagia a la hora de mantener un nivel de hidratación adecuado?

R. La disfagia es un síntoma que se presenta habitualmente en personas mayores y/o con alguna enfermedad neurológica, tales como enfermedad de Alzheimer, de Parkinson, ictus o con patología oncológica.

La propia enfermedad y otros factores como las discapacidades físicas que dificultan a un menor acceso y/o disponibilidad de agua, las discapacidades mentales que dificultan la capacidad para reconocer o recordar la necesidad de beber, el miedo al atragantamiento, la pérdida del contenido oral o babeo debido a la disminución del sellado labial y la no habituación de beber o mejor dicho comer el agua con cuchara, pueden explicar por qué un porcentaje importante de pacientes no llega a beber los 2,5 litros diarios de líquidos, que recomiendan las “Guías alimentarias para la población española” emitidas por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria en 2016.

P. ¿Son conscientes los pacientes y su entorno del riesgo de la deshidratación en estos pacientes? ¿Y los profesionales sanitarios?

R. En numerosas ocasiones los pacientes con dificultades para tragar y/o sus cuidadores desconocen o no reciben suficiente información del por qué no pueden tomar el agua de forma natural o clara, de la cantidad de líquido qué deberían ingerir diariamente, de la textura o viscosidad a la cual deben preparar las bebidas para evitar los temidos atragantamientos y sobretodo de cuáles pueden ser los riesgos que comporta el no beber la cantidad de líquido que necesitan.

Por otro lado, y sin ninguna duda, decir que los profesionales sanitarios somos plenamente conocedores y conscientes de la importancia que tiene un buen estado de hidratación sobre la salud del paciente y de los riesgos que conlleva cualquier desequilibrio hídrico. Ahora bien, como en cualquier práctica profesional todo es mejorable. La pauta hídrica no suele prescribirse como si de un plan dietético se tratara, por lo que podríamos recomendar o prescribir el agua como si de un medicamento se tratara y sin olvidar darle al paciente o a su cuidador una “receta” con unas buenas instrucciones, como por ejemplo: cantidad de agua diaria a ingerir en función de los requerimientos hídricos del paciente (1-1,5ml/kcal), tipo de textura a la que debería hidratarse según su capacidad deglutoria (néctar, miel o pudin), número de tarrinas de agua gelificada a consumir para asegurar y completar la ingesta hídrica, nombre comercial del módulo de espesante que le permitirá modificar la textura de los alimentos líquidos como la leche, el caldo, zumos, etc., cantidad de agua a consumir durante o fuera de las comidas para evitar la saciedad precoz, etc. Con pequeños cambios podemos conseguir grandes resultados.

P. ¿Qué pautas deben seguir pacientes y cuidadores para mantener una hidratación adecuada?

R. A excepción de la adaptación de la textura de los líquidos que se realizará mediante la administración de aguas gelificadas o modificando los alimentos líquidos con un módulo de espesante, las pautas no varían respecto una persona sana a excepción de que éste presente diarreas, vómitos o alguna alteración que implique la necesidad de un mayor o menor consumo de líquidos.

P. ¿Qué son las aguas gelificadas y qué diferencia hay con las gelatinas?

Las aguas gelificadas son productos específicos para hidratar a los pacientes con dificultades para tragar, elaboradas con una mezcla de agentes espesantes, principalmente gomas. Entre sus propiedades principales destaca su potente estabilidad en diferentes rangos de temperatura y pH, lo que las hace idóneas para la hidratación de los pacientes con disfagia al mantener siempre constante su textura.

Por el contrario, las gelatinas están desaconsejadas en este colectivo de pacientes. Para mantener su textura y homogeneidad deben almacenarse siempre en frio y se diluyen fuera de la nevera o al entrar en contacto con la boca. Esta termoreversibilidad provoca que la gelatina tienda a diluirse, transformándose parcialmente o totalmente en líquido y poniendo en riesgo de broncoaspiración a los pacientes.

P. ¿Qué ventajas proporcionan las aguas gelificadas? ¿Se utilizan de forma sencilla dentro y fuera de casa?

R. La principal ventaja de las aguas gelificadas es que dispones de agua ya espesada lista para su consumo en cualquier momento y lugar del día ya que al no requerir frío el paciente o su cuidador puede llevarlas siempre encima.

P. ¿Permiten hidratar durante los picos de calor? ¿Cómo?

R. Sí. Las aguas gelificadas son muy prácticas. De cara a esta época de calor es recomendable que los pacientes lleven una tarrina encima, como si de un botellín de agua se tratara. Además, sus seis excelentes sabores facilitan su apetencia y sobretodo permite cumplir con la pauta hídrica prescrita.

Es importante que los profesionales conozcamos todas las soluciones específicas disponibles para hidratar a los pacientes con disfagia. Muchos de ellos nos lo demandan.

P. ¿Y los módulos de espesantes? ¿Qué beneficios aportan?

R. Los módulos de espesante fijan el agua entre las partículas de espesante, manteniendo su viscosidad en el tiempo y evitando que la bebida o líquido sobreespese o se diluya en caso de cambios de temperatura, facilitando la preparación de cualquier tipo de bebida espesada como leche, caldo, zumos de frutas claros, refrescos, etc. No debe olvidarse que este tipo de alimentos líquidos contienen grandes cantidades de agua y ayudan a cubrir los requerimientos hídricos que el paciente necesita. La nueva generación de espesantes lanzada en nuestro mercado a base de goma xantana, ha favorecido una mejora importante en el consumo de líquidos espesados y por lo tanto una mejora en la calidad de vida del paciente.

P. ¿Dónde puede conseguir información el paciente sobre hidratación y disfagia?

La educación nutricional debe formar parte del tratamiento integral en estos pacientes. Mantener a la población informada redundará en una disminución de complicaciones y mejora en la calidad de vida de estos pacientes. Con relación a su pregunta y hasta donde yo sé, existen en nuestro país muy pocas páginas digitales específicas que traten de manera exclusiva este tema. Una de ellas es www.vivircondisfagia.es que aporta mucha información respecto a la hidratación en estos pacientes.

LAS FRASES

En verano, es recomendable que los pacientes lleven una tarrina de agua gelificada con ellos”

Los sabores hacen que resulten más apetecibles y permite cumplir con la pauta hídrica aconsejada ”