En los últimos cinco años las estrategias de inmunoterapia en cáncer hematológico han avanzado a pasos agigantados. De hecho, Estados Unidos acaba de aprobar la primera terapia CAR (Chimeric Antigen Receptor por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda (LLA).
Para Álvaro Urbano Ispizua, director del Instituto de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Barcelona y coordinador del Grupo Español CAR, “la hematología debe ocupar una posición de liderazgo en la aplicación clínica de la terapia CAR”. Así lo ha resaltado en la jornada ‘Avanzando en el cuidado del paciente hematológico’ celebrada en Salamanca por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
Actualmente “en el Hospital Clínic de Barcelona ya se ha iniciado el ensayo clínico con el CAR-CD19, preparado íntegramente en este hospital, junto a la Universidad de Barcelona, para el tratamiento de LLA y linfoma no Hodgkin (LNH). En un plazo breve de tiempo podremos comunicar los resultados, que por el momento, son muy prometedores”, explicó Ispizua.
Esta inmunoterapia contra el cáncer se basa en la modificación genética de los linfocitos T del propio paciente para que ataquen células malignas.
“Tanto La inmunoterapia como el uso de células inmunes para los tratamientos, como las células T CAR, es un campo en el que nosotros hemos sido pioneros y son nuestro reto de desarrollo”, destacó a GM Jorge Sierra, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia.
“La terapia con células manipuladas genéticamente, células de origen fundamentalmente hematológico, están aquí desde hace más de 20 años, lo que pasa es que han tenido una serie de dificultades que ahora parece que se están resolviendo”, continuaba el presidente. “La manipulación genética es la base del tratamiento futuro no solo en tratamientos con cáncer sino en pacientes con algún defecto molecular en sus genes que tienen que reparase. Además se están desarrollado técnicas de reparación de genes en el laboratorio”, añadió.
Jorge Sierra ha querido también destacar que en los últimos 25 años “la caracterización molecular ha cambiado mucho con la llegada de las técnicas moleculares con el genotipado y el unmunofenotipado paramétrico, la terapia dirigía o la inmunoterapia hemato-oncológica. Así como el trasplante hematopoyético que ha pasado de ser de solo hermanos a donantes no emparentados”
Big Data
La jornada ha dejado claro que el futuro de la hematología está en la inmunoterapia, la sangre artificial y un nuevo invitado, el Big Data.
La SEHH aboga por acelerar el acceso a las nuevas terapias hemato-oncológicas para que lleguen antes a los pacientes y este es uno de los objetivos del proyecto Harmony, la red europea de excelencia centrada en los tumores hematológicos que se sirve de la tecnología Big Data.
“Harmony desarrollará el mapa europeo del cáncer hematológico para identificar nuevos tratamientos más eficaces”, apuntaba Hernández Rivas, coordinador de este proyecto y miembro del Servicio de Hematología del Complejo Asistencia Universitario de Salamanca.
“Ahora podemos conocer los genes de las personas enfermas. Sin embargo, la salud es una de las áreas con menor digitalización. Porque si nos hicieran un estudio constante de nuestras constantes produciríamos más de 1.100 tb de datos a lo largo de la vida siendo la mayoría información de la sangre” Necesitamos tecnologías para manejar estos datos y eso son los Big Data”, explicó durante su ponencia Hernández Rivas.
La plataforma de este proyecto pretende facilitar y mejorar la toma de decisiones de los responsables políticos y clínicos, ayudándoles a elegir, en cada momento, el tratamiento más adecuado para cada paciente.
El Big Data “aplicado al ámbito sanitario, supondrá un gran paso hacia la medicina personalizada, propiciará el desarrollo de fármacos más eficientes, ayudará a acortar los tiempos y contribuirá a definir las necesidades reales de cada uno de esos fármacos tan específicos”, puntualizó el experto.
Más concretamente, Harmony “reunirá, integrará y analizará datos de pacientes de una serie de fuentes de alta calidad. Es por ello que se engloba a todo tipo de interlocutores y no solo a hematólogos: pacientes, personal de enfermería, agencias reguladores, expertos en ética, economistas de la salud, estadísticos, informáticos… ”., añadió
Este proyecto se enmarca en el Programa H200 de la Unión Europea y se está llevando a cabo bajo la Coordinación del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL).