Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 05 de octubre de 2018 h |

El Ministerio de Sanidad avanza ya con dos grupos de trabajo en la revisión de la Estrategia Nacional en Cáncer para incorporar las necesidades de los largos supervivientes y las aportaciones del diagnóstico molecular. La subdirectora general de Calidad y Cohesión del ministerio, Paloma Casado, lo confirmó así la semana pasada en la inauguración de la Jornada cáncer de mama: innovación y asignaturas pendientes, una cita avalada por la Federación Española de Asociaciones de Cáncer de Mama (Fecma) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con el apoyo de Roche.

Junto al reto de mejorar la atención a las mujeres que han superado o cronificado la enfermedad, y la personalización de los tratamientos, con la incorporación del diagnóstico molecular, Casado destacó la necesidad de hacer realidad una toma de decisiones compartida entre médico y paciente.

Recuperar la vida

Desde Fecma, su vicepresidenta, Toñi Gimón, subrayó la importancia de que pacientes, administración, industria y profesionales sanitarios caminen juntos para mejorar en todos los sentidos, no solo desde el punto de vista médico. “Hay un 85 por ciento de mujeres que sobrevivimos a la enfermedad, pero habría que preguntarse cuántas han podido recuperar su ritmo de vida laboral, personal y social”, advirtió.

Cada año se diagnostican en nuestro país alrededor de 27.000 nuevos casos de cáncer de mama, cerca del 31 por ciento en menores de cincuenta años. De ahí la importancia de mantener la apuesta por el diagnóstico precoz. En este sentido, Olga Cantera, presidenta de Rosae, ha pedido un esfuerzo común para conseguir acceder a ese diez por ciento de mujeres que por distintas razones no participa en los programas de cribado de las comunidades autónomas. En este punto, sostiene, la implicación del médico de primaria también resulta fundamental.

Por su parte, Ana Lluch, jefa del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia analizó la revolución que supuso la llegada de trastuzumab (Herceptin) en cáncer de mama HER2. “Conocer la diana y tener un tratamiento supuso un cambio de paradigma total y absoluto”, remarcó. En este tipo de cáncer de mama, los especialistas han visto el tope. “Hay un grupo de mujeres que a pesar de bloquear esta diana progresan opresentan resistencias. Estamos trabajando mucho en elllo”, sentenció.

Otro reto pendiente, en opinión de Begoña Bermejo, oncóloga del Hospital Universitario de Valencia, es encontrar dianas en triple negativo, un término que agrupa hasta siete tipos distintos de cáncer de mama. En este campo, concluyó la especialista, la inmunoterapia también trata de abrirse camino.