Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 09 de febrero de 2018 h |

La investigación en atención primaria en actividades preventivas y promoción de la salud ha conseguido avanzar en los últimos años. Sin embargo, a pesar de que las evidencias científicas se han incorporado en las guías clínicas, en la práctica, los consejos sobre hábitos saludables no llegan al paciente en la consulta.

El término implementación es la asignatura pendiente. Un concepto que ha acaparado buena parte de las Jornadas de Investigación de Rediapp, la Red de Investigación en Actividades Preventivas y Promoción de la Salud celebradas esta semana en el Instituto de Salud Carlos III.

Álvaro Sánchez, de la Unidad de Investigación de Atención Primaria Bizkaia, lo tiene claro: Sin investigación en implementación no hay atención primaria, según planteó.

Sánchez repasó la necesidad de abordar un cambio de paradigma. “Es preciso estudiar qué se interpone aquí, para lograr que las intervenciones se desarrollen en aspectos prácticos y se apliquen”, expuso.

El investigador expuso que “a pesar de las guías, los indicadores dicen que la mitad de la población no recibe las intervenciones óptimas que están diseñadas”, lamentó. Entre otras barreras, citó la complejidad y amplitud de las recomendaciones, falta de tiempo en consulta, situaciones que exigen a los profesionales “priorizar en la consulta”.

De ahí que consideren fundamental avanzar en la ciencia de la implementación, que “consiste en el estudio de los factores y procesos que impiden y facilitan la adopción efectiva de intervenciones de probada eficacia, que deberían integrarse en la práctica clínica rutinaria, pero no se aplican de forma generalizada, sostenible y continuada, así como en el abandono de aquellas prácticas que son ineficaces o ineficientes”, subrayó.

Sánchez destacó que la promoción de hábitos saludables es un paradigma de este fallo de implementación. “Hay guías e instrumentos de evaluación que dicen que funciona, pero al analizar los datos se observa que solo un pequeño porcentaje de pacientes recibe consejo de hábitos saludables en la consulta”, insistió.

Para salvar esta distancia, desde Osakidetza se trabaja en una estrategia de implementación. “Tratamos de generar una serie de comunidades de prácticas para que a través de sesiones estructuradas se faciliten una serie de estrategias, con apoyo de herramientas tecnológicas y distribuyendo tareas. A los dos años, algunos centros participantes ya ofrecían consejo de hábitos saludables al ochenta por ciento de los pacientes”, expuso. La idea es escalar este tipo de estrategias al resto de centros, tras estudiar cuál es el mejor procedimiento para conseguir la implementación de estos consejos.

El coordinador de la Rediapp, Bonaventura Bolíbar, también es consciente de la necesidad de salvar la distancia entre las evidencias y la realidad, ya que, en la práctica, estas actividades de prevención “tienen una aplicación subóptima”.

Bolíbar remarcó que es preciso adoptar un nuevo enfoque con nuevas metodologías que no tengan un diseño muy vertical, y que permitan establecer fases para valorar qué intervención puede aplicarse y si es sostenible.

El especialista subrayó que hay nuevos diseños, ensayos híbridos, que combinan elementos de efectividad clínica e implementación con una metodología mixta. “La investigación en implementación es algo novedoso. Dentro de cualquier investigación hay que tener en cuenta los resultados, si una intervención no funciona puede ser porque no es efectiva o porque no se ha implantado de forma correcta”, planteó el responsable.

Esta red de investigación en actividades preventivas lleva en marcha desde el año 2033.

Hay nuevos diseños, ensayos híbridos que combinan elementos de efectividad clínica e implementación con una metodología mixta.

La red de investigación en actividades preventivas y promoción de la salud lleva en marcha desde 2003.

Su coordinador admite que en estos años se han atravesado momentos peores y mejores. En la actualidad “estamos en un momento difícil”, admitió. Los presupuestos han disminuido de forma drástica, mientras la producción de la red ha ido creciendo, la financiación ha ido disminuyendo y los grupos han tenido que hacer un gran esfuerzo”, aseguró. En esta situación, afirma que es importante ver cómo se va consolidando más financiación para conseguir objetivos.

El responsable no oculta su preocupación por ver qué peso tendrá el programa Retics dentro del Instituto de Salud Carlos III a largo plazo. “Es un gran interrogante, sabemos que tenemos cuatro años más pero, ¿qué sucederá luego?”, se preguntó.

Bolíbar explicó que en la última convocatoria han planteado dos programas y que lo más probable será conseguir financiación solo en uno de ellos, de manera que será necesario reorganizar el trabajo. “Además, en dos años habrá evaluación de los grupos”, asegura.

Oportunidades “únicas”

Mercedes Alfaro, subdirectora general de Información Sanitaria e Innovación del Ministerio de Sanidad, también participó en las jornadas. Durante su intervención, subrayó que la atención primaria ofrece oportunidades únicas para la investigación clínica de base poblacional con un enfoque de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Una de sus fortalezas, defendió, es que “puede priorizar líneas en consonancia con las necesidades verdaderas de la población”.

La subdirectora repasó las fuentes disponibles para los investigadores, como base para múltiples proyectos. Todo ello “debe utilizarse en un sistema de información debidamente organizado”, aunque se ha avanzado mucho, en el sistema sanitario sigue habiendo aún muchos compartimentos estancos, según reconoció.

Alfaro remarcó que se manejan una cantidad de datos, que reflejan una gran diversidad. “Desde el ministerio se trata de velar también por la calidad de estos datos y se trabaja de forma continua en la medida que sus posibilidades se lo permiten”, expuso.

El debate sobre la implementación se planteó en las dos mesas redondas de la jornada. En una de ellas, sobre el futuro de la investigación en promoción de la salud y prevención en atención primaria, Carmen Cabezas, subdirectora general de Promoció de la Salut de Cataluña, proporcionó la visión desde el punto de vista de la administración.

“Hay que mirar la realidad. No se pueden hacer estrategias sin conocer los datos. Es preciso tener un modelo y determinar prioridades”, defendió.

Cabezas remarcó que el envejecimiento “es un éxito de toda la sociedad, y la innovación también”. De ahí su idea de que apostar por la prevención y la promoción de la salud es parte de la solución. “La realidad no es única, sino múltiple. Nadie puede quedar detrás de los datos”, puntualizó.

En cualquier caso, la responsable catalana destacó que si el objetivo es mejorar la salud “hay que salir del sistema sanitario. El 80 por ciento de los determinantes de salud están fuera del sistema sanitario, está relacionado con los condicionantes sociales y hay que hacer políticas conjuntas y abordar la desigualdad”.

Cabezas reconoció que “los folletos no sirven de nada, pero es cierto que programas de coste reducido sí pueden cambiar la realidad y reinvertir dinero en el sistema”.

Necesitamos estudios que avalen la efectividad de intervenciones complejas, investigación traslacional sobre implementación, investigación sobre métodos de evaluación, estudios económicos y participación, en su opinión.

Líneas de trabajo

Otra de las mesas redondas repasó las líneas de investigación de Rediapp y los impactos obtenidos hasta la fecha.

Rafel Ramos, coordinador del Grupo Cardiocat, presentó los trabajos principales en este campo, que se centran en la epidemiología de las enfermedades vasculares, focalizando en fases asintomáticas de aterosclerosis, medición del riesgo y evaluación de intervenciones preventivas. En esta red participan centros de Cataluña, Castilla y León y Baleares.

En la misma línea, Luis García Ortiz, coordinador del Grupo Salamanca, repasó los resultados de otra de las líneas históricas de investigación, centrada en estilos de vida, con tres bloques: uno derivado de la efectividad del consejo en atención primaria en la modificación de hábitos de vida, el efecto terapéutico del ejercicio físico ante distintas patologías y un tercer apartado sobre tecnologías de la información.

Asimismo, durante el encuentro, Juan Bellón, coordinador del grupo Samserap, presentó una nueva herramienta, una web en la que cualquier ciudadano puede consultar el riesgo de sufrir depresión, ansiedad o problemas con el alcohol en el próximo año completando un cuestionario on line. En esta misma página, también se ofrecen consejos y medidas de prevención para evitarlo.

Dentro de las líneas de trabajo de este grupo de salud mental, se han impulsado iniciativas para reducir el consumo de benzodiacepinas y otras actuaciones que permiten, por ejemplo, que los ciudadanos puedan tener acceso a sesiones de psicoterapia a través de internet.