Santiago de Quiroga y Marta Riesgo Madrid | viernes, 14 de diciembre de 2018 h |

Eduardo Recoder, presidente de AstraZeneca España, hace un repaso en EG de los retos y oportunidades a los que se enfrenta el sector en general, y su compañía en particular. El acceso es uno de estos retos. Desde su punto de vista es necesario que se encuentre un equilibrio para que la innovación que llegue al sistema sea sostenible.

Pregunta. ¿Cómo espera cerrar AstraZeneca este 2018?

Respuesta. Cerramos un año intenso, pero muy contentos de lo que hemos conseguido en España. Podemos decir con orgullo que seguimos liderando las áreas terapéuticas donde trabajamos. Además, España continúa como uno de los países con mejor desempeño, y eso es gracias a la calidad del trabajo de las personas. Hemos conseguido generar un buen clima de trabajo, y muestra de ello es el reconocimiento como empresa Top Employer en este año 2018 en España y en Europa.

P. ¿Qué peso tiene la filial española para AstraZeneca?

R. España es un país estratégico y uno de los cinco grandes de Europa y de los 12 mercados del mundo. En términos de I+D nos situamos como el cuarto país a nivel global en inversiones. En Europa se nos está reconociendo el buen trabajo realizado en España. El compromiso de la compañía con España es muy fuerte.

P. Una de las áreas clave de la compañía es la de oncología, ¿Qué investigaciones destaca?

R. La oncología tiene mucho potencial para la compañía. Uno de los objetivos de AstraZeneca es el de cambiar la vida de los pacientes oncológicos para que puedan tener una vida normal, o incluso curarse. Disponemos de fármacos como olaparib, indicado para cáncer de ovario con mutación BRCA,y que está en investigación para ampliar sus indicaciones para otros tipos de cáncer, como mama. También contamos con osimertinib , para cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) con mutación positiva de EGFR y T790M, con muy buenos resultados en primera línea. Además, tenemos nuestro primer producto inmunológico, durvalumab, recientemente aprobado para CPNM estadio III y que también dispone de investigaciones para otras indicaciones.

P. Pero AstraZeneca dispone de numerosas investigaciones en otras áreas. ¿Qué estrategia de I+D se marcan a medio y largo plazo?

R. Una de las cosas más impresionantes que hizo nuestro CEO, Pascal Soriot, cuando llegó a la compañía fue identificar donde teníamos capacidades relevantes que pudiesen contribuir a desarrollar medicamentos para necesidades existentes. Y nos focalizamos en oncología, respiratorio y cardiometabolismo. Gracias a ello hemos conseguido un pipeline muy interesante. En diabetes contamos con moléculas como dapagliflozina, con un potencial y una oportunidad de impacto en la vida de los pacientes espectacular, o nuestra exenatida de liberación prolongada para suspensión inyectable. En respiratorio, por ejemplo, dispondremos de benralizumab para asma en breve.

P. La llegada de tratamientos cada vez más precisos está cambiando el abordaje de numerosas patologías. ¿Hacia dónde vamos?

R. Es una evolución de la innovación. Por ejemplo, en oncología, la identificación de mutaciones específicas demuestra que la investigación debe continuar para poder dar respuesta a estas necesidades. Es difícil lograr un equilibrio; conseguir que las innovaciones sean financiables, pero que se siga incentivando la innovación y la inversión. Esta es una tarea que afecta a todos los agentes del sector.

P. Entonces, ¿considera necesario apostar por una transformación paralela de la asistencia sanitaria?

R. Ese es el gran desafío. La innovación aporta oportunidades que deben ser asumidas por el sistema. Cuando una nueva terapia permite optimizar costes o reducirlos hay que aprovecharlo para buscar esas eficiencias y liberar recursos. El debate está en cómo encontrar esas eficiencias y esas oportunidades para mejorar el sistema.

P. ¿Tiene la sensación de que el debate del acceso se focaliza únicamente en el precio?

R. Soy el primero que, como paciente, quiero tener acceso a las mejores innovaciones, pero es verdad que para que eso llegue tiene que haber alguien que esté dispuesto a invertir y a participar en unos procesos, unos tiempos y unas regulaciones que tienen un alto riesgo. La industria farmacéutica asume riesgos que nadie está dispuesto a asumir. Hay que encontrar ese equilibrio para que la innovación sea sostenible.

P. A pesar del debate, un estudio realizado por los economistas Jaime Espin y Jorge Mestre asegura que el gasto sanitario será sostenible…

R. Por un lado, hay que contar con la madurez de los productos. Cuando expira la patente el precio cae más de la mitad y eso se traduce en liberación de recursos para el sistema. Por otro, existe competitividad, que produce erosiones de precio. El estudio lanza un mensaje que, por lo menos, invita a empezar a ver las cosas de una forma diferente.

P. Con todo, son numerosos los expertos que abren el debate sobre la necesidad de una mayor financiación. ¿Es necesario o bastaría con identificar y subsanar ineficiencias?

R. Es la combinación de ambos. Dedicar en torno al 6 por ciento del PIB a sanidad en un momento donde hay tanta innovación posiblemente no sea suficiente. Estamos autolimitando las oportunidades que puede ofrecer esta innovación, aunque también hay que buscar oportunidades de mejora de la eficiencia.

“Dedicar el 6% del PIB a sanidad con tanta innovación posiblemente no sea suficiente”
“La industria farmacéutica asume riesgos que nadie quiere asumir”