Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 27 de septiembre de 2019 h |

España quiere volver a ser partícipe de la lucha internacional contra el sida, la malaria y la tuberculosis con 100 millones de euros en tres años, a desembolsar entre 2020 y 2022. El compromiso adquirido en Nueva York por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sería el cierre del capítulo más negro de la historia reciente en el ámbito de la cooperación al desarrollo, el que España escribe desde que dejó de aportar al Fondo Mundial, en 2011. No es de extrañar que la sociedad civil celebre que España vuelva a cumplir con unas responsabilidades internacionales que, como resalta Vanessa López, directora de Salud por Derecho, “no entienden de momento político”.

La mención no es baladí. Los 100 millones comprometidos son los mismos que a finales de 2016 faltaron para que el Fondo cumpliera su objetivo de recaudar 13.000 millones de dólares para el periodo 2017-2019 (se quedó en 12.900). Y en aquel momento, y a pesar de una PNL aprobada por unanimidad en el Congreso, el Ejecutivo de Rajoy se amparó en su situación de interinidad para no anunciar el compromiso financiero de España… Una situación que, en realidad, nunca ha constituido un freno debido a las características del Fondo Mundial, donde los compromisos (para más de un año) están sujetos a aprobación presupuestaria.

“Todos los países que han hecho sus compromisos económicos funcionan bajo esta premisa. Ninguno tiene aprobados sus presupuesto. El mismo caso aplica a España”, comenta la directora de Salud por Derecho. Y avisa: “Cuando toque hacer los presupuestos para 2020, las organizaciones estaremos muy pendientes de que este compromiso que se ha hecho como país se traslade a desembolsos efectivos”.

El anuncio del Gobierno español se produce días antes de que tenga lugar la próxima conferencia de donantes del Fondo Mundial. El 10 de octubre, en Lyon, España podrá ratificar su compromiso, como harán también el resto de países que a fecha de hoy han comprometido su apoyo: por citar algunos países del entorno español, Italia ha comprometido 160 millones; Reino Unido ha anunciado 1.600 y Alemania, 1.000.

Según Sánchez, “las desigualdades en el estado del bienestar son caldo de cultivo para que el analfabetismo y las pandemias campen por sus anchas en los países en desarrollo”. Este prolegómeno no sólo permitió anunciar la vuelta de España a la comunidad de donantes del Fondo Mundial. Además, anunció que aportará otros 100 millones en 5 años al fondo conjunto de Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.