GM Madrid | miércoles, 13 de febrero de 2019 h |

España es, tras los Estados Unidos, el país en el que más centros hospitalarios están certificados y han sido reconocidos internacionalmente por ofrecer y dispensar una asistencia de calidad a sus pacientes oncológicos. Así se desprende del análisis realizado por la Fundación ECO (Excelencia y Calidad de la Oncología) y ASCO (la Sociedad Americana de Oncología Clínica, por sus siglas en inglés) y que sitúa a la sanidad oncológica española a la cabeza en cuanto a calidad en la atención al cáncer se refiere. Tal y como explica Vicente Guillem, presidente de la Fundación ECO y jefe del departamento de Oncología Médica del IVO, “existe un creciente interés en todo el mundo por alcanzar un estándar de calidad que garantice que los problemas de salud pueden abordarse de manera efectiva y eficiente, con poca variabilidad entre las diferentes prácticas y los profesionales. La Fundación ECO ofrece a los hospitales españoles la posibilidad de autoevaluarse y participar en este proceso de certificación internacional para garantizar el análisis, la comparación y la mejora continua”.

Gracias a la cooperación impulsada en el año 2015 entre la Fundación ECO y ASCO los hospitales españoles pueden participar en este programa que acredita su atención oncológica. “España no tiene un programa nacional de certificación de atención médica de calidad en Oncología, por lo que este acuerdo ofrece a los centros oncológicos españoles la oportunidad de obtener una certificación altamente reconocida en este campo”, afirma Rafael López, secretario de la Fundación ECO y jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.

La implementación de estos programas de evaluación y certificación ha supuesto un alto desarrollo de la calidad oncológica en España, que es, tras Estados Unidos, el país del mundo con más centros certificados, seguido de Brasil, Grecia, Rumanía y Arabia Saudí. “Esto ha permitido que los oncólogos españoles puedan ofrecer una asistencia a sus pacientes de la más alta calidad”, apunta Guillem. Y es que la llegada de la Medicina de Precisión ha cambiado el abordaje del cáncer ya que cada paciente y su tumor tiene unas características únicas y específicas.

Para obtener la certificación, que se renueva cada tres años, los servicios de Oncología han de demostrar que sus prácticas cumplen, al menos, veintiocho estándares de calidad relacionados con diversos aspectos de su día a día como la administración y preparación de la quimioterapia, la evaluación de la toxicidad o la adherencia del tratamiento y la educación del personal, entre otras cuestiones. Hasta el momento han obtenido esta certificación el Instituto Valenciano de Oncología, el Hospital General de Valencia, el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y el Hospital Clínico Universitario de Santiago.

Evaluación continua

Esta cultura de la calidad también se ha traducido en un aumento del número de centros interesados en conocer el nivel de su atención oncológica. Desde 2015, veinticuatro hospitales se han registrado en el programa de autoevaluación que permite detectar áreas de mejora y fortalezas. “Gracias al acuerdo con ASCO y su iniciativa de calidad tenemos una excelente herramienta para evaluar la atención oncológica que se realiza en cualquier país, lo que permite comparaciones a nivel internacional, implementar procedimientos de mejora y una garantía de la misma calidad de servicio alrededor del mundo”, concluye López.