| viernes, 14 de diciembre de 2018 h |

Muchos años llevan los médicos demostrando una paciencia que ya gustaría ver en otros sectores. Pero ésta tiene un límite y el continuo olvido al que el Ministerio y comunidades autónomas condenan las demandas más que justas de este colectivo exige un clamor de las mismas proporciones. Porque, además, el dibujo que hacen las administraciones del Sistema Nacional de Salud rebosa de un cinismo obsceno. No existe ninguna comparecencia de ministra o consejero en el que no se alabe a la profesión, no se asegure que sin ellos los logros internacionales que logra nuestro sistema serían impensables. Pero a la hora de la hora, portazo a la recuperación de derechos que perdieron tras el estallido de la crisis económica.

El plazo es claro: siete de febrero. Hasta entonces tienen las administraciones tiempo para enmendar sus errores ya históricos. Quizás una buena señal sería que en el próximo Consejo Interterritorial tuvieran a bien incluir problemas que acucian a los profesionales y que el Ministerio abriese sus puertas al Foro de la Profesión para escucharles.