LX Congreso Nacional de la SEHH y XXXIV Congreso Nacional de la SETH

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C.M.LÓPEZ Madrid | viernes, 19 de octubre de 2018 h |

Los avances en la biología molecular en oncohematología están siendo espectaculares. Las nuevas estrategias terapéuticas están cambiando el concepto de abordaje del cáncer. La hematología está sacando la delantera en este sentido con un arsenal terapéutico muy prometedor. El LX Congreso Nacional de la SEHH y XXXIV Congreso Nacional de la SETH abordó el futuro de estas enfermedades en los distintos escenarios.

Sin duda, una de las protagonistas de este encuentro ha sido la terapia celular. Las posibilidades que está ofreciendo en el campo de los tumores de la sangre son muy amplios. La terapia celular adoptiva en el trasplante de progenitores hematopoyéticos consiste en utilizar las células del sistema inmune como tratamiento para potenciar el efecto antitumoral, antiinfecciosos o acelerar la reconstitución inmune en un paciente que se ha sometido a un trasplante de progenitores hematopoyéticos. “Se trata de un tratamiento experimental en la mayor parte de casos, ya que se utiliza en el contexto de ensayos clínicos o en pacientes donde han fracasado los tratamientos convencionales frente a infecciones, enfermedad mínima residual o quimerismo mixto postrasplante”, señala Antonio Pérez Martínez, jefe del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica y Trasplante Hematopoyético de La Paz.

Optimización de la terapia

En la actualidad, no existen ensayos clínicos randomizados que valoren su eficacia, si bien hay una serie de pacientes en los que los tratamientos han fracasado y cuentan con perfiles de seguridad y efectividad. Sin embargo, tal y como apunta el experto, aún quedaría por perfilar la optimización de la terapia, la dosificación adecuada, así como el tiempo necesario de tratamiento. También hay que incidir en los biomarcadores de respuesta e incorporar las nuevas terapias frente a infecciones que, “actualmente, no cubren las aproximaciones que se están llevando a cabo”.

Actualmente, “hay varias plataformas al alcance de los hematólogos, centradas en la capacidad del linfocito T, uno de los componentes de la respuesta inmune adaptativa”, explica Juan Montoro, de la Unidad de Trasplante Hematopoyético del Servicio de Hematología de La Fe. La infusión de linfocito del donante, —continua el experto— los linfocitos T antígeno específicos, los checkpoints inmunes, los BiTES, y las células CAR-T son las más efectivas. Si bien, para poder seleccionar la apropiada es esencial avanzar en los mecanismos de acción, la eficacia, así como las limitaciones de estas estrategias. El uso terapéutico de los linfocitos T es un campo de expansión en el contexto del trasplante alogénico, que es el que está sirviendo de modelo en la plataforma de la terapia celular, ya que, “probablemente, no existe en medicina un procedimiento más inmunológico que este trasplante”, asegura el experto. Todo ello ha sido consecuencia del entendimiento y manejo de las tres principales complicaciones inmunitarias mediadas a través de alteraciones en los linfocitos T y que son responsables del 80 por ciento de las muertes, la recaída, la enfermedad de injerto contra huésped y las infecciones.