Sandra Pulido Madrid | viernes, 21 de junio de 2019 h |

Una nueva investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha hallado nuevas funciones de las dos variantes de la proteína cohesina, cohesina-SA1 y cohesina-SA2. El estudio en profundidad de la cohesina ayudará a comprender el papel de las mutaciones de esta proteína en ciertos tipos de cáncer, como el de vejiga, la leucemia mieloide aguda o el sarcoma de Ewing o en enfermedades raras conocidas con el nombre de cohesinopatías.

“Trabajamos con un complejo de proteínas (la cohesina) que es responsable de la regulación de la arquitectura genómica. El genoma de las células de mamíferos se pliega, y este plegamiento es muy importante para que determinadas regiones reguladoras del genoma estén en contacto con los genes diana”, explica a GM Ana Cuadrado, primera firmante del trabajo.

Este complejo está formado por 80 subunidades que se encuentran mutadas frecuentemente en muchos tipos de tumores como el de cáncer de vejiga, Ewing, o en tumores mieloides. “Nuestro trabajo consiste en entender cómo este tipo de mutaciones afectan a este plegamiento del genoma y si puede ser la base molecular que contribuye al desarrollo del tumor”, añade la investigadora del CNIO.

Tras trabajar con células madre embrionarias de ratón —similares a las humanas—, el equipo del CNIO ha publicado cómo la cohesina-SA1 es más importante para mantener bien diferenciadas las distintas regiones (TADs) en las que se ordena el genoma, mientras que la cohesina-SA2 regula la expresión de los genes que están dentro de estas regiones, en particular los que permiten el mantenimiento de la pluripotencia que caracteriza a las células madre —es decir, su capacidad de dar origen a todas las células del futuro organismo—.

El siguiente paso es identificar las funciones específicas de SA2 en algunos tipos de tumor altamente mutados en esta proteína. “Lo que hemos hecho es entender cuál es el mecanismo molecular por el que SA2 funciona en otros tipos celulares no tumorales. Y ahora, una vez que lo conocemos, podemos trasladar esta investigación a células tumorales de tumores específicamente mutados con SA2”, continúa Cuadrado. “Vamos a intentar averiguar si este tipo de mecanismos, que tienen que ver con la arquitectura genómica, son los responsables de la formación de la malignidad de este tipo de tumores. En concreto nos vamos a enfocar en el sarcoma de Ewing”, puntualiza.

“También haremos estudios con los datos de tumores de sarcoma de Ewing que están disponibles en las bases datos y esperamos entender cuáles son los genes dianas de la SA2, responsables de la enfermedad. Esto nos puede ayudar a identificar marcadores moleculares para identificar los casos con peor pronóstico e utilizar esta investigación para desarrollar dianas terapéuticas”, concluye la investigadora.


Cohesina
Es fundamental en el control de la expresión génica, la replicación del ADN o su reparación



Estudios futuros
Ayudará a comprender el papel de las mutaciones de esta proteína en ciertos tipos de cáncer