Marta Riesgo Villaescusa (Cantabria) | viernes, 22 de noviembre de 2019 h |

Si hay un concepto que pueda definir las nuevas instalaciones que Cantabria Labs acaba de inaugurar en el municipio cántabro de Villaescusa es el de ‘innovación sostenible’. Porque esta compañía nacional que nació para ofrecer productos innovadores en el campo de la dermatología para los pacientes se está convirtiendo poco a poco en todo un referente nacional e internacional. Y lo hace sin dejar de lado sus responsabilidades en materia de responsabilidad corporativa. Buen ejemplo de ello es esta nueva planta de producción de ‘La Concha’, un espacio ecosostenible que emplea a 120 personas y que, además, puede presumir de contar con el ya llamado ‘oro’ del siglo XXI: el agua, porque se ha construido sobre un manantial de aguas termales con propiedades mineromedicinales.

La inversión para este proyecto ascendió a 20 millones de euros y cuenta con dos edificios sobre una parcela de 62.000 metros cuadrados, de los cuales 12.000 están edificados. El primer edificio está destinado a la producción y ocupa 9.000 metros cuadrados. El segundo, por su parte, sirve para el tratamiento, la obtención de recursos naturales y la fabricación de ingredientes. Y todo se ha construido en tiempo récord, solo en 23 meses, tal y como explica la directora de comunicación de Cantabria Labs, Isabel de Villota. El resultado es un espacio diferente que, además de hacer frente al aumento de la producción que afronta la compañía en los últimos años —produce anualmente 30 millones de unidades, con unas ventas que para este 2019 podrían alcanzar los 200 millones de euros—, permite seguir haciendo lo que mejor se le da a esta compañía: innovar.

Tal y como explica Inés Pérez, directora técnica de Cosmética y responsable de Desarrollo Galénico de la planta de Cantabria Labs, la compañía desarrolla al año 300 prototipos de productos, de los que aproximadamente 100 terminan en el mercado. Desde su diseño a su lanzamiento, la compañía tarda unos 18 meses, asegura Pérez.

Gracias a las nuevas instalaciones, toda esta innovación va a dar un salto con la ayuda del manantial que, tal y como asegura De Villota, ofrece una gran optimización en todos los ámbitos, incluido el de la I+D. Con el manantial la compañía ha creado un “laboratorio de agua” con el que, además de obtener energía renovable y sostenible que permite climatizar las instalaciones y los reactores de la producción y agua potable para el consumo y riego de las instalaciones, ofrece una nueva línea de investigación como ingrediente gracias a sus propiedades medicinales.