| viernes, 15 de noviembre de 2019 h |

Tenemos por delante un mes (como pronto la sesión de investidura sería el día 16) en el que van a predominar las filtraciones sobre quién será el o la encargada de dirigir el Ministerio de Sanidad. Hoy por hoy, y seguramente mañana también, hay dos opciones: o la cartera la dirige el Partido Socialista o la capitanea Unidas Podemos. Esta posibilidad consterna un poco y no tanto por cuál será el partido elegido. En muchas ocasiones hemos escuchado, y es verdad, que el Partido Socialista se avenía a una coalición siempre y cuando en ella no estuvieran en juego los autodenominados Ministerios de Estado. La pena es que aquel que se encarga de dirigir la también llamada ‘Joya de la Corona’ no esté considerado entre los primeros y se vea en vuelto en mercados persas como vimos el pasado mes de julio.

Pero superemos este primer contratiempo y pensemos qué le vendría mejor a un ministerio que no solo tiene las competencias que tiene sino que además debe ser el garante de la cohesión territorial. Porque es en los servicios públicos, y el sanitario además tiene mayor relevancia, donde se demuestra que los españoles somos iguales vivamos donde vivamos. Una tarjeta sanitaria une mucho más que millones de banderas ondeando. Sinceramente, nos quedamos con un equipo de gobierno que demuestre solvencia y constancia en el trabajo.

Estos dos adjetivos hay que reconocérselos al equipo actual. Nunca antes un gobierno había vivido con la debilidad parlamentaria con la que ha tenido que sobrevivir este y nunca antes, incluso en funciones, el Ministerio de Sanidad había estado tan concurrido. La ministra Carcedo (y en el tiempo que tuvo también Carmen Montón) han convocado más veces al Consejo Interterritorial que cualquiera de sus predecesores más inmediatos. Las profesiones han tenido un sinfín de reuniones para avanzar en mejoras. La troncalidad o la transparencia en los procesos de financiación de medicamentos han resurgido de cenizas que nadie parecía remover.

Uno puede estar más alineado o no con la ideología de uno u otro partido pero el esfuerzo en el trabajo es transversal. Y en este ámbito, el actual equipo del Ministerio se ha ganado la confianza de todos para poder seguir trabajando como lo ha hecho hasta ahora. Hacer experimentos con la ‘Joya de la Corona’ ni es buena idea ni tampoco la deja en el lugar que le corresponde.