Fue una de las promesas de la Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, cuando llegó al Paseo del Prado y al final se cumplió. Las profesiones médico-enfermera han conseguido sellar un acuerdo para sacar adelante el nuevo redactado del Real Decreto de Prescripción. En palabras de Montserrat, con este paso se constata que “somos capaces de llegar a acuerdos en beneficio de los ciudadanos, en este caso de los pacientes y de los profesionales sanitarios. Siento felicidad y orgullo por el acuerdo alcanzado y quiero trasladar mi agradecimiento a los representantes de los profesionales, a las comunidades autónomas y a los representantes del propio ministerio”.
Con esta aproximación se ha podido ‘aclarar’ el debate sobre la indicación. Se trata de una aclaración sobre lo que la norma requiere para el ejercicio de la competencia por parte de los enfermeros en cuanto a medicamentos sujetos a prescripción médica y sobre la diferenciación entre la formación complementaria, que no se requiere para la indicación, sino para el ámbito de cuidados generales o cuidados especializados.
Además, con la modificación de la redacción del artículo 3.2 del Real Decreto, el objetivo es que la intervención de ambas profesiones en la prescripción se haga en el marco de cada uno de los protocolos en materia de medicamentos sujetos a prescripción médica. “Además, se incluye el punto 3.3, que articula cómo se ejerce la competencia en aquellos casos en los que no haya necesidad de diagnóstico y prescripción individualizadas, como ocurre en las campañas de vacunación”.
Por último, el Foro Profesional ha acordado la modificación de los requerimientos de formación complementaria para la acreditación, suprimiendo la obligatoriedad para los enfermeros graduados y diplomados (pues se entiende que ya acreditan en el grado esos créditos y contenidos).