Almudena Fernández Madrid | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

La ex presidenta de la Comisión Nacional de Medicina de Familia, Verónica Casado, aseguró que la situación actual en la que se encuentra la troncalidad en España le produce “tristeza” al no disponer ni de un programa sólido, ni de unas competencias definidas.

A su juicio, se ha perdido la oportunidad de conseguir “una gran mejora” pero, al haberla elaborado el Ministerio de Sanidad con la ayuda de sus asesores sin contar con las comisiones nacionales de las distintas especialidades, tiene la sensación de que “va a ser una gran amenaza y una debilidad”, además de diferente en cada centro.

El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, agregó que desde esta institución están “profundamente preocupados” ya que, a pesar de haber sido “grandes defensores” de este modelo formativo, no les gusta “absolutamente nada” lo que ha sucedido en estos últimos meses y aseguró que por este camino “no se va a llegar a ningún lado”.

Así lo aseguraron durante la presentación del libro ‘Médicos de familia, médicos de personas’, del que ambos son autores (junto con otros profesionales) y que tiene el objetivo de dar a conocer el primer nivel asistencial.

Rodríguez Sendín recordó que una AP de calidad es una de las bases del éxito del SNS y, sin ella, el sistema sería insostenible. “La primaria es fundamental, aunque algunos borricos no lo entienden”, subrayó.

Julián García Vargas, exministro de Sanidad, por su parte, aseguró que a lo largo de su vida administrativa “pocas reformas han sido tan exitosas”, contado con un desarrollo tan rápido y obtenido tan buenos resultados como la creación de la atención primaria, que resuelve el 95 por ciento de los problemas “a pesar de la presión de derivación de los pacientes al hospital”.

En opinión de García Vargas, el sistema está frente a una oportunidad porque hay que ir hacia un sistema orientado al paciente crónico que requiere de médicos de familia, enfermeras especializadas y una buena coordinación con los servicios sociales, por lo que incidió en que “habrá que trabajar en ello y superar la batalla”.

Hospitalocentrismo

A su juicio, “el hospitalocentrismo es un problema”, ya que los políticos “están convencidos de que inaugurar hospitales aporta más votos que abrir centros de salud”. Sin embargo, esto no es positivo para conseguir la mejor calidad. De hecho, incidió que en el caso de cardiología, en que la Sociedad Española de Cardiología ha comenzado a medir la calidad de las actuaciones y ha observado que muchos centros no tienen prácticamente pacientes y, en consecuencia, su actividad es menos beneficiosa.

Coincidió con él Francisco Igea, portavoz de Sanidad de Ciudadanos, quien aseguró que “es un auténtico fracaso” que el sistema sea hospitalocentrista y no se midan resultados, algo en lo que insiste su partido. Incidió en que, además, se legisla en exceso modificando cosas “como el sistema sanitario, que ha funcionado y no debería tocarse”, algo que su grupo trasladará a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, cuando los reciba.

AP en riesgo

Antonio Otero, presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, por su parte, aseguró que la medicina de familia “se está muriendo”, aunque entre todos la quieren curar, y advirtió de que si no se incrementa el presupuesto que se le dedica se corre el riesgo de que en unos años deje de ser la que era.

“Se nos va de las manos día a día y se produce un deterioro cualitativo que los pacientes no ven gracias al compromiso de los profesionales del SNS”, incidió Otero.

En esta línea, Casado lamentó que en España no se le dé el valor que tiene a la medicina de familia, tal y como ocurre en otros países como Reino Unido, en los que ejercen esta especialidad los mejores facultativos.